Profesionalización de los guardaparques
Las áreas protegidas nacieron en febrero de 1970, junto con la creación del Departamento de Parques Nacionales, que entonces era una dependencia del Ministerio de Agricultura y Ganadería. En 1973, el departamento pasó a ser el Servicio de Parques Nacionales, dirigido por Mario Boza con el apoyo de Álvaro Ugalde.
Estos sitios sufren abandono debido a la falta de recursos para su mantenimiento y la contratación de guardaparques. Aunado a ello, actividades como la cacería, la extracción ilegal de oro y madera, y el narcotráfico atentan cada vez más contra la conservación.
En el Parque Nacional Manuel Antonio y en el Refugio Nacional Gandoca-Manzanillo, impera la avaricia por sobre la protección de los recursos naturales. Por eso, coincido con lo planteado por Christian Mata Bonilla en este espacio (“La formación de los guardaparques”, 9 de agosto del 2024). Necesitamos guardaparques profesionales en el campo, no en las oficinas de San José, para defender los distintos intereses y requerimientos de las áreas de conservación.
El país requiere guardaparques capacitados integralmente. No basta con un guardaparque que porte uniforme, machete, carabina y un corazón lleno de amor y respeto por la naturaleza para elevar el sentido de la conservación más allá de las actividades de control y vigilancia.
Resulta evidente que, en el ámbito nacional, la mayoría de las capacitaciones para guardaparques no responde a una agenda de necesidades contextualizadas en la conservación integral de nuestros recursos naturales.
Los guardaparques deben estar mejor formados, ser críticos y defender nuestras áreas silvestres protegidas de las amenazas emergentes de coyunturas políticas que anteponen el valor económico sobre el valor social y ambiental que brindan estos espacios.
El Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre (Icomvis) de la Universidad Nacional, con el apoyo del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) y la Asociación Proparques, creó en el 2015 un programa de formación de guardaparques, denominado Diplomado en Conservación y Manejo de Áreas Protegidas para Guardaparques Álvaro Ugalde Víquez. Esta oferta apunta a que una institución académica estatal sea la que forme al personal encargado de proteger los recursos naturales y culturales existentes en cada área protegida.
El programa procura que los guardaparques adquieran competencias para realizar un trabajo eficiente y de buena calidad, gestionando y vigilando los recursos en las áreas silvestres protegidas. Hasta la fecha, ha graduado a 100 funcionarios y sigue vigente bajo el planteamiento de aprender haciendo, con la tutela de académicos de alto perfil de la Universidad Nacional. Esperamos que, a corto plazo, el programa evolucione a una carrera de bachillerato universitario y se adapte a la realidad y las necesidades actuales.
Es importante prestar atención a lo que ocurre en nuestras áreas silvestres protegidas y enfrentar los problemas que las afectan; si no lo hacemos, lo lamentaremos a mediano plazo. Dependemos en gran medida del turismo, y los recursos naturales son muy vulnerables a las acciones humanas. No matemos la gallina de los huevos de oro, y seamos consecuentes con lo que nos jactamos: ser un país verde que cuida sus recursos naturales.
El autor es investigador en el Instituto Internacional de Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional (Icomvis).