La ética desnortada
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				Sería terrible que, en un pueblo de España, un hijo paseara por sus calles, y se encontrara por las paredes con el retrato de la persona que violó a su madre, y otros violadores semejantes que hicieron lo mismo, con textos halagadores hacia los criminales, y peticiones de que salgan de la cárcel. Y ya, en el delirio de la vejación, que la alcaldesa de ese pueblo hubiera formado parte de la banda de violadores, años atrás, ayudando a que consumaran sus delitos. Pues cambien la violación por el asesinato –el tiro en la nuca, o la bomba bajo el automóvil de la víctima– y eso ocurre en algunos pueblos del País Vasco, amen de otros actos de homenaje a... Ver Más				
			
			
			
			
						
						
						
					
		