La sumisión de los tecnócratas
La España de finales de la década de los 50 era un desastre económico. Franco, que apenas sabía de la materia, había hecho caso a los consejeros falangistas y el país se dirigía a un colapso con una inflación disparada, una reducción dramática de las reservas de divisas y un déficit comercial inquietante. La política económica del país se basaba en las ideas que hoy defienden grupos políticos como Podemos: un intervencionismo extremo que ahogaba la iniciativa privada y hacía huir a la inversión. Entonces tres ministros, Alberto Ullastres, Mariano Navarro Rubio y Laureano Lópe ...
