India sospecha que China y Pakistán están detrás de las revueltas que forzaron la dimisión de la primera ministra bangladesí
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Las contaminadas aguas de color azul eléctrico que bañan Bangladés reflejan un país que va recuperando la normalidad paulatinamente. Las sangrientas protestas que provocaron la huida y dimisión de la ex primera ministra Sheikh Hasina van dando paso a un periodo de transición liderado por el Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus , que convocará elecciones próximamente. Al otro lado de la frontera, sin embargo, la realidad es algo distinta. India está preocupada porque acaba de perder a un aliado —Hasina— y sospecha de injerencias chinas y pakistaníes en las revueltas. Hasina ha huido precisamente de Bangladés en dirección a India, donde se refugia mientras la situación se calma. La caída del gobierno bangladesí, afín al régimen hindú, ha propiciado una oleada de desinformación en redes y en medios de comunicación en su vecina India, según recoge Al Yasira. Desde India, hay especulaciones que conectan a la agencia de inteligencia pakistaní (ISI) y a China con el movimiento popular bangladesí que propició la salida de Hasina. La agencia de noticias hindú ANI, próxima al gobierno del primer ministro Narendra Modi , ha señalado que las protestas estudiantiles están «orquestadas por los enemigos de Bangladés» . Además, se ha puesto de manifiesto que las minorías que residen en el país están siendo objeto de ataques en las revueltas. El pueblo hindú allí representa el 8% de una población de más de 170 millones de habitantes. «En Bangladés están masacrando hindúes. Si la situación no se controla en los próximos días, el pueblo de Bengala debería estar dispuesto a aceptar más de un millón de refugiados», dijo Suvendu Adhikari , dirigente del Partido Bharatiya Janata (BJP) del primer ministro Modi, en una rueda de prensa a los medios que recoge el diario 'Times of India'. Por el contrario, la agencia Al Yasira afirma que solo dos hindúes han sido asesinados desde la dimisión de Hasina efectuada el pasado lunes. Indica que los ataques a esta minoría se deben a motivos políticos porque albergaban a líderes locales de la Liga Awami , partido político de Hasina, y no por una cuestión religiosa como señalan las fuentes hindúes. Añade, además, que las informaciones que circulan desde India son de corte islamófoba. Múltiples artículos en la prensa hindú señalan al ISI como instigador de las protestas y exponen que la voluntad de Pakistán es convertir a Bangladés en un estado islámico con el apoyo del Partido Nacionalista de Bangladés (BNP), aliado político del partido Jamaat-e-Islami , la mayor agrupación islamista del espectro político del país, que fue ilegalizado en 2013. En cambio, Al Jazeera dice que las publicaciones «contrastan con los informes veraces» que condujeron a la caída de Hasina. La ya ex primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, dimitió y huyó del país tras semanas de violentas revueltas estudiantiles cuyo origen fue la recuperación de un sistema de cuotas que reservaban un 30% de empleo público para familiares de veteranos de la guerra de la independencia. El alto desempleo juvenil y la incorporación de nuevas trabas para acceder al mercado laboral público, atractivo por sus prestaciones, desataron la ira estudiantil que salió a las calles a protestar. La sangrienta represión por parte del Ejecutivo , lejos de cumplir con su cometido, resultó alentadora para los estudiantes que no cesaron en su lucha, incluso cuando el Gobierno finalmente aceptó reducir en 25 puntos la medida para saciar los reclamos estudiantiles. La dimisión y posterior huida de Hasina hacia la India dejaron un vacío de poder que ha ocupado el banquero y Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus . Con el beneplácito de los estudiantes , Yunus ha aceptado el papel de gobernante interino de cara a restaurar el orden y llevar a Bangladés a un nuevo proceso democrático lejos de la deriva autoritaria de Hasina.