La infrafinanciación regional se ceba con Murcia, Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha

La polémica sobre la infrafinanciación de las comunidades autónomas sube enteros tras el acuerdo firmado entre PSOE y ERC para que Cataluña disponga de un concierto económico propio y pueda gestionar el 100% de sus impuestos y después de conocerse los últimos datos presentado por Fedea en su último informe sobre la liquidación del sistema de financiación autonómica (SFA) de 2022. En él se constata que Murcia, Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla la Mancha son las cuatro regiones infrafinanciadas y que ocupan las últimas posiciones de la distribución de financiación efectiva por habitante ajustado.

En concreto, Murcia tenía un índice de financiación definitiva a competencias homogéneas por habitante ajustado dre las comunidades de régimen común–sobre una media nacional en base 100– del 90,8, mientras que la Comunidad Valenciana lo tenía del 91,8, Andalucía del 94,6 y Castilla-La Mancha del 94,9.

Según apunta el estudio – elaborado por el economista y director de esta institución, Ángel de la Fuente–, las variaciones registradas «han sido apreciables en algunos casos», en los que ha jugado un «papel significativo la evolución diferencial de los ingresos tributarios regionales».

Fedea, al igual que en el anterior informe, sitúa a Murcia como la comunidad peor financiada, con una distribución homogénea por habitante ajustado de 3.056 euros, mientras que la media nacional en ese 2022 fue de 3.365 euros por habitante, mientras que la comunidad mejor financiada, La Rioja, recibió 3.954 euros por habitante, casi 900 euros más a favor de los riojanos y 309 euros menos por parte de los murcianos son respecto que la media nacional.

Por su parte, Andalucía es la comunidad con mayor déficit de financiación en términos absolutos, tras recibir 1.522,74 millones de euros menos de lo que recibieron de media las comunidades. Eso supone que los andaluces recibieron 3.182 euros por cada uno de sus ciudadanos, 183 euros menos por habitante ajustado que la media y 214 euros menos que Cataluña en 2022.

En el caso Castilla-La Mancha, la situación también juega en su contra. A sus habitantes les correspondieron 3.193 euros, 751 euros menos que los cántabros, los segundos en el ranking con 3.944. La Comunidad Valenciana sólo recibió 3.089 euros per cápita.

Estas comunidades volvieron ayer a defender que no se puede demorar más la puesta en marcha de un fondo transitorio de nivelación para las comunidades que reciben una financiación por debajo de la media, mientras se acomete la reforma del actual modelo de financiación autonómica. «Este fondo tendría que tener una dotación de 3.719,7 millones de euros para compensar la financiación que nos faltó en 2022 para llegar a la media», reclamaron desde la Junta de Andalucía.

Incluso los sindicatos han mostrado públicamente su desaxcuerdo. La secretaria general CC OO en Andalucía, Nuria López, demnunció que el actual modelo de financiación autonómica es «caduco» y «gravoso» al no favorecer a la «igualdad ni la equidad», además de «no garantizar la suficiencia financiera».

El Gobierno de Castilla-La Mancha defendió una financiación autonómica «justa y que tenga en cuenta las realidades de cada territorio para que los ciudadanos, vivan donde vivan, tengan acceso a todos los servicios educativos, sanitarios o culturales en igualdad de condiciones».

Pero también existen otras desigualdades. Es el caso de la Comunidad de Madrid, que aporta al conjunto del sistema de financiación autonómica el 25% de sus ingresos fiscales, unas 3,5 veces la aportación de Cataluña y Baleares –las tres únicas con un balance positivo en las aportaciones al sistema–, y se encuentra en la parte baja del reparto per cápita, ya que sus habitantes sólo reciben 3.364 euros, por debajo de la media y con una pérdida del 2,1% en el último año. Cataluña está un poco por encima, con 3.396 euros, pero al menos está 31 euros por encima de la media. En el caso de Baleares, su reversión alcanza los 3.877 euros, la tercera más alta.

En esta distribución de financiación efectiva por habitante ajustado «juega un papel significativo la evolución diferencial de los ingresos tributarios regionales, el habitual baile en las comunidades receptoras de los dos tramos del Fondo de Cooperación y el fuerte incremento del ITE, que afecta especialmente a las comunidades en las que más pesa el Fondo de Suficiencia», apunta Fedea, que también señala el fuerte avance que han tenido La Rioja y Aragón, que ganan 4,8 y 3,2 puntos de financiación en el último año, los que más, siendo dos comunidades deficitarias en su aportación la sistema.