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Август
2024

¿Por qué perdemos el apetito en verano? La ciencia da la respuesta

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Abc.es 
Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas , es común que muchas personas experimenten una disminución en su apetito . Esta reducción del hambre, aunque puede parecer inofensiva, puede llevar a una ingesta insuficiente de nutrientes esenciales , lo cual es particularmente preocupante en niños y ancianos . Pero, ¿a qué se debe esta pérdida de apetito en épocas de calor? La relación entre el calor y la alimentación debe analizarse desde el punto de vista de que la alimentación es la principal fuente de energía para el cuerpo humano . En ese sentido, varios estudios indican que uno de los principales desafíos fisiológicos del ser humano es la termorregulación , es decir, el mantenimiento de una temperatura corporal adecuada y que la ingesta de alimentos juega un papel fundamental en este proceso, ya que generamos calor durante la digestión. Según la 'hipótesis termostática' de la alimentación, el factor clave en la regulación del apetito no es únicamente el contenido energético de los alimentos, sino también el calor que se libera durante su asimilación. Esta teoría sugiere que en climas fríos , el cuerpo necesita compensar la pérdida de calor aumentando la ingesta de alimentos debido a su efecto térmico. Por el contrario, en ambientes cálidos, donde la pérdida de calor no es un problema, la demanda de alimentos del cuerpo disminuye. J.R. Brobeck, en su estudio 'La ingesta de alimentos como mecanismo de regulación de la temperatura' publicado en la revista de Biología y Medicina de la Universidad de Yale en 1948, explicaba que en temperaturas altas, el cuerpo debe reducir la ingesta de alimentos para evitar un exceso de calor interno que no pueda disipar. Por lo tanto, en ambientes cálidos, el apetito tiende a disminuir como una respuesta natural del cuerpo para evitar el sobrecalentamiento . Otro punto a tener en cuenta es la forma en la que la ingesta de alimentos en sí misma genera calor. Este fenómeno, conocido como termogénesis posprandial , ocurre cuando el cuerpo produce calor durante la digestión , lo que puede llevar a una disminución temporal del apetito, especialmente en ambientes cálidos. Es importante destacar que si la exposición al frío incrementa el apetito, la exposición al calor debería, en teoría, tener el efecto contrario. Por ejemplo, varios estudios han demostrado que las personas tienden a comer más cuando la temperatura ambiente baja de 21ºC a 12ºC. Por lo tanto, es razonable pensar que el apetito se reduciría cuando la temperatura sube a 30°C. Sin embargo, estas conclusiones deben manejarse con cautela, ya que la mayoría de las investigaciones se centran en la exposición al frío y no al calor . Por último es importante destacar que, aunque la temperatura corporal y el calor generado al comer son factores importantes en la regulación del apetito, no son los únicos . El peso corporal , la grasa y otros factores asociados también juegan un papel crucial. Por lo tanto, es difícil establecer una relación simple y directa entre la temperatura y el apetito, ya que los sistemas fisiológicos y conductuales del cuerpo se adaptan de manera compleja .