¿De dónde viene la expresión "estar en misa y repicando", que ha recibido Adriana Lastra?
"No se puede estar en misa y repicando". Esta locución proverbial se la hemos escuchado este fin de semana a la diputada del Partido Popular en la Junta General, Cristina Vega, dirigida a la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, incitándole a posicionarse en torno al acuerdo entre PSOE y ERC para una financiación singular de Cataluña a cambio de la investidura de Salvador Illa como president. "No se puede estar en misa y repicando: O defiende a Asturias y a los asturianos, como intentó hacer creer, o defiende a Pedro Sánchez, como en realidad está haciendo", ha dicho.
El significado de la expresión lo ha dejado claro la política: no se pueden hacer a un tiempo y con perfección dos cosas muy diferentes, puesto que, la mayoría de las veces en las que se pronuncia, suele tratarse de objetivos incompatibles.
Aunque no es muy habitual, es uno de esos dichos de transmisión oral que dan al habla una riqueza mayor y la llenan de sabiduría popular. Es una frase que evoca la tradición cristiana antigua. La primera constancia que se tiene de ella se remonta al año 1887 en la famosa obra "Fortunata y Jacinta. Dos historias de casadas", de Benito Pérez Galdós. Aunque haya caído en desuso, su significado, como ha dejado ver la política popular Cristina Vega, no parece que tenga fecha de caducidad mientras existan personas dispuestas a complacer a todo el mundo, aun cayendo en su propia contradicción. "O está con Asturias o defiende a Pedro Sánchez".
Como ella advierte, no se pueden defender dos posiciones tan contrarias, por ser incompatibles. La señora Lastra no puede estar sentada en un banco de la iglesia escuchando el sermón del sacerdote y, a la vez, en el campanario haciendo sonar las campanas. Una expresión similar, quizás más en desuso, es "no se puede estar en el plato y en la tajá". El significado es el mismo. En economía se conoce como "el coste de oportunidad", que exige dejar de lado algo para apostar por aquello que nos genera mayor confianza.
Si aún no le ha quedado claro el mensaje a la señora Lastra, el Partido Popular se lo puede hacer llegar con otras palabras: "No puede usted querer soplar y sorber al mismo tiempo, no puede ser". "No puede usted pretender nadar y guardar la ropa". "No se puede servir a dos señores a un tiempo y tener a cada uno contento". Como podrá ver la delegada del Gobierno en Asturias, su indecisión no se deberá a la falta de refranes.