La reforma laboral se atasca: se necesitan 144 contratos para sacar a un parado del desempleo
Los datos de paro y afiliación del mes de julio no alientan las buenas sensaciones para encarar la segunda mitad del año en materia de empleo. El paro descendió en 10.830 personas en julio, un -0,42% y una cifra muy similar a la lograda un año antes (10.968), con un descenso anual de 127.637 personas (-4,8%). Esta bajada es la sexta consecutiva este año, y deja la cifra total de desempleados en 2,550 millones de personas, con una clara paralización en la dinámica positiva, ya que únicamente el sector servicios ha logrado crecer, gracias al «efecto verano», que no ha resultado tan positivo como apuntaba.
Por ello, como ya apunta la Encuesta de Población Activa (EPA), los contratos veraniegos asimilados al turismo han pasado de ser los primeros trabajos de los estudiantes a los salvavidas de los parados de larga duración. Lo avalan dos llamativos datos: aunque ha bajado en casi 3.000 personas en el colectivo sin empleo anterior –en el que figuran los parados de más de un año– sólo 210 personas sumaron un empleo entre los menores de 25 años. Además, el mercado, para borrar a una persona del paro se han necesitado firmar 140 contratos, de los que 54 de ellos fueron indefinidos.
Joaquín Pérez, secretario general de USO, apuntó ayer que esta «es una de las cifras más sangrantes de las últimas series. No hace falta hacer muchas cuentas para saber que los contratos indefinidos bien pueden firmarse un sábado y destruirse un domingo. Eso no es contratación de calidad ni indefinida. Eso es una perversión del contrato más estable por la última reforma laboral».
Y no hay que olvidar que que la estadística europea conocida esta semana deja a España como el único país de la Unión Europea que supera los dígitos de desempleo, tras conseguir Grecia rebajarlo al 9,6%.
En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, esta se mantuvo en julio por encima de los 21,3 millones de personas, aunque se han perdido 9.783 ocupados en el mes, un descenso del empleo que aunque ha sido compatible con la bajada del paro hasta su mínimo desde 2008, la tendencia apunta negativa. Al menos en el último año, el sistema ha ganado 491.221 afiliados en valores medios, con un crecimiento interanual del 2,5% y una serie diaria que llegó a superar esta cifra durante once días a lo largo del mes. Sin embargo, no podemos perder de vista que la Seguridad Social ha cerrado el peor mes de julio en dos décadas por la pérdida de cotizantes de la serie histórica –al margen del año pandémico– en plena temporada alta del turismo y con unos datos desestacionalizados que han ralentizado su progresión.
Esta pérdida del 0,05% de los cotizantes se ha producido principalmente por la crisis en el sector agrario, que perdió 39.000 ocupados, un descenso del 5,81% en tasa mensual y el sector de la educación, que se dejó 122.551 afiliados por el fin del curso escolar, lo que demuestra la elevada temporalidad que estos sectores acumulan históricamente. Además, el del Hogar continúa en caída libre y registró 4.462 bajas (-1,21%).
Pero para el Gobierno, estos datos del paro registrado y de la afiliación a la Seguridad Social son «extraordinarios». Así lo reconoció ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que compartió su optimismo con las ministras de Trabajo, Yolanda Díaz, y Seguridad Social, Elma Saiz, que coincidieron en «la fortaleza del empleo y el éxito de las reformas emprendidas hasta ahora».
Fuentes ministeriales prefirieron obviar las sombras que ofrecen algunos datos y destacar que España «muestra un ritmo de crecimiento del empleo superior al de otras grandes economías europeas», con un aumento del 9,4% respecto al nivel previo a la pandemia, por encima de Francia (5,2%) o Alemania (1,7%). También resaltaron que el aumento de la afiliación es «muy intenso entre los menores de 30 años», que ha aumentado un 21,4% desde 2021, frente al 7,9% de media, «lo que ha elevado sus bases de cotización y se ha logrado un empleo de más calidad y mayor estabilidad».
Basan este optimismo en que hay casi 3,5 millones de trabajadores más con contrato indefinido que antes de la reforma laboral y superan los 14 millones en total, siendo los que más crecen los indefinidos a tiempo completo, para sumar 380.000 más desde el inicio del año. Sin embargo, desde enero de 2022 el número de afiliados indefinidos a tiempo parcial se ha disparado desde los 1,714 millones hasta los 2,458 millones, más de 744.000. En cuanto a los fijos discontinuos, su progresión ha disminuido aunque su número mantiene un crecimiento exponencial. En el inicio de año de 2022, este tipo de contrato sumaba 370.384 trabajadores, mientras que en la actualidad se ha elevado a 911.668, casi 541.000 más.
No lo ven así los empresarios. Para la patronal CEOE, los datos de afiliación «denotan una desaceleración en la creación de empleo en la que inciden factores como el aumento de los costes empresariales y la incertidumbre regulatoria». CEOE consideró «imprescindible poner fin a los continuos cambios normativos» por parte de Trabajo, que «deterioran la confianza, implican rigidez, mayores costes y cercenan la capacidad de adaptación entre empresas y trabajadores».