Central Puerto se pone a la cabeza de un proyecto millonario para llevar energía a productores del litio
Central Puerto, la generadora eléctrica más grande del país se lanzó al desarrollo de un proyecto para abastecer energía eléctrica a la demanda de los productores de litio del Noroeste Argentino, lo que demandaría una inversión estimada entre u$s 250 y 350 millones de acuerdo con la traza de la línea de alta tensión y la ingeniería final.
La construcción de una línea de alta tensión en la Puna permitirá vincular las plantas mineras al sistema interconectado y a futuro incorporar generación solar, para aportar a la reducción de costos y mejora de competitividad de los proyectos ya en marcha y en construcción.
Central Puerto, además, construye en San Carlos -pueblo ubicado en el sur de la provincia de Salta- una planta solar que demanda una inversión de u$s 20 millones para una capacidad de 15 Mw, que ya esta prácticamente comercializada en el Mercado a Término de Energías Renovables (Mater).
A fines de abril, el grupo nacional liderado por Guillermo Reca, Carlos Miguens-Bemberg y Eduardo Escasany, anunció su incorporación accionaria en el proyecto minero de plata y oro Diablillos, en Salta, un proyecto de la canadiense AbraSilver Resource Corp cuya construcción demandará u$s 1000 millones.
Alta tensión en la Puna
La obra de electrificación vinculará al sistema nacional el abastecimiento de la demanda minera, mediante un tendido de alta tensión de una terna de 500 Kv o una doble terna de 220 Kv, que de acuerdo a primeras estimaciones podría tener una extensión de 250 kilómetros.
La disponibilidad de energía eléctrica del sistema interconectado, con energía renovable o de cualquier otra fuente, permitirá brindar costos competitivos frente a otras opciones de energización de los proyectos, más aún en los períodos de baja cotización del litio en el mercado internacional.
Adrian Salvatore, director de Asuntos Corporativos de Central Puerto, destacó que el proyecto es una "iniciativa totalmente privada que busca responder a la necesidad de las empresas mineras de tener el costo más bajo de energía posible, luego de venir analizando distintas propuestas de generación híbrida off grid", lo que incluía parques solares, más respaldo de baterías y base a diésel.
"La solución más económica es estar interconectados con un PPA renovable a un costo competitivo que permite soportar los vaivenes del precio del litio", lo que generó el interés de varias empresas con las que Central Puerto busca avanzar en el compromiso contractual de las empresas mineras para asegurar el diseño del proyecto.
El proyecto retoma la idea de la Secretaría de Energía que años atrás trazó un ambicioso plan de tendido de alta tensión que se vinculaba a la industria minera pero que demandaría una inversión de hasta u$s 2000 millones, algo hoy imposible de asumir desde el Estado.
La alternativa que Central Puerto decidió llevar a las empresas es un proyecto que hoy no tiene definida su traza y extensión, en el cual las mineras interesadas definan la demanda potencial que harían la idea económicamente viable con contratos de 15 a 20 años de energía.
Si bien aún no puede ser definida la traza porque aún resta confirmar la locación de los proyectos interesados, la red de alta tensión tendría una extensión aproximada de 250 kilómetros, que cruzaría los límites de las provincias de Salta y de Catamarca, y se conectaría a la red TermoAndes.
Central Puerto, a la vez, está identificando las eventuales fuentes de financiamiento, entre las cuales se menciona a bancos locales e internacionales y organismos multilaterales que tienen líneas aptas para este tipo de iniciativas vinculadas a la transición energética.
Los desafíos finales
Los detalles finales del proyecto tienen al menos dos desafíos por delante. El primero de ellos será poder compatibilizar los intereses de las empresas en poder contar con esa energía disponible en función de las distintas etapas en que las litíferas van incrementando su producción.
Ese esquema será clave porque la inversión en la red debe estar completa antes de la entrada en operación de las mineras, a lo sumo se podrían ir incorporando las centrales transformadoras en función de la demanda.
El otro desafío pendiente es un tema regulatorio. Dado que los contratos tendrían vigencia a partir de 2030, es necesario trabajar en la prioridad de uso de esa línea entre oferta y demanda, ya que el régimen actual aplica el open access, lo que podría dejar sin acceso a los titulares de un PPA.