La vida personal de Ana Peleteiro: sus orígenes, el racismo que ha sufrido, su novio y su hija

París ya ha recibido los Juegos Olímpicos 2024 , doce años después de que Europa dejase de ser sede de este evento. La ceremonia de apertura inicio el pasado 26 de julio pese a que la competición inició dos días antes. Se han celebrado así las rondas preliminares de fútbol, tiro con arco, balonmano y rugby 7. Antes de que culmine se realizarán 329 eventos deportivos en 762 sesiones y 32 disciplinas en total. Ana Peleteiro será una de las mejores fichas que se jugará España en cuanto a atletismo se refiere y es que además de ganar una medalla de bronce en Tokio 2020 , es una de las deportistas más conocidas del país. Pero, no todo ha sido maravilloso en la vida de la atleta y es que sus orígenes se han puesto en duda por algunos. La atleta nacio el 2 de diciembre de 1995 en Ribeira, Galicia . Su madre biológica, de origen gallego, la dio en adopción nada más nacer, así lo dio a conocer Peleteiro en una entrevista para la revista 'Vogue España'. Según explicó, su progenitora la tuvo cuando tenía 18 años y dio a luz en su vivienda, después de esto la dejó en el hospital. También contó a dicha revista que ha tenido acceso al registro de su nacimiento donde constan los datos antes mencionados. Intuye que se debió tratar de un embarazo no deseado . Peleteiro tiene una hermana biológica ya que su madre así lo hizo constar cuando la dejó en el centro hospitalario. De quien no tiene ningún dato es de su padre biológico. La atleta también ha dejado ver lo importante que es la adopción para niños y niñas que, como ella, necesitaban una familia. Su adoptantes, por otra parte, estuvieron años intentando ser padres sin éxito, hasta aquel 5 de diciembre cuando, según contó a Vogue, llegó la llamada que tanto esperaban. Para el 10 ya tenían a Ana con ellos. Ella siempre sospechó que era adoptada porque toda su familia era blanca a excepción de ella, pero no fue sino hasta 2016, cuando tenía unos 21 años, que supo la historia real ya que ella creía que su progenitora había fallecido en el parto . Sin embargo, y tras cuestionarle a su madre adoptiva, esta le contó que su madre biólogica la había tenido en su casa sola y que al momento de darla en adopción informó que tenía otra hija y que no quería que ningún miembro de su familia adoptase a la ahora atleta. Empezó en el ballet después de que sus padres la apuntaran. A los cinco años quiso practicar gimnasia rítmica pero en su pueblo no daban esta disciplina. Finalmente, terminó decantándose por el atletismo del que su padre era un gran fanático. Los primeros frutos internacionales los vio en 2018 cuando se hizo medallista de bronce por el triple salto en el Campeonato Mundial de Pista Cubierta en Birmingham, Reino Unido. También gano otro bronce el mismo año en el Campeonato Europeo de Berlín. Al siguiente año se hizo con la medalla de oro en el Campeonato Europeo en Pista Cubierta en Glasgow. En 2020 le llegó el éxito en Tokio cuando alcanzó el bronce. Clasificó a los Juegos Olímpicos de París tras hacerse con la medalla de bronce en el Mundial de Pista Cubierta. Su último récord fue el pasado mes de junio cuando obtuvo la medalla de oro del triple salto femenino en el Campeonato Europeo de Atletismo 2024 que se celebró en Roma. Su marido es un atleta francés que acumula muchos premios internacionales de atletismo. Se trata de Benjamín Compaoré , de 34 años, ambos se conocieron en 2016 y no fue sino hasta 2021 cuando empezaron su relación. Para diciembre de 2022 ya nacía la hija de los atletas llamada Lúa y en septiembre de 2023 la gallega y el galo contrajeron matrimonio en una ceremonia íntima que se celebró en Pontevedra . Compaoré fue denunciado por su expareja y madre de sus otras dos hijas por presunta violencia doméstica, aunque en 2021 Peleteiro declaró que dicho procedimiento legal fue archivado después de que la denuncia se retirase. El primer acto racista que, ha contado, recibió Ana Peleteiro fue cuando la daban en adopción y es que la primera familia a la que llamaron la rechazó por no ser blanca. Después, en el instituto la llamaron «negra de mierda» , según detalló al programa 'El Camino a Casa'. En mayo de este año un seguidor se coló en un directo que estaba haciendo la gallega para dejarle un emoticono de plátano, un símbolo que suele ser usado por los racistas para atacar a sus vícrimas. Incluso el mes pasado denunció en sus redes sociales que estaba sufriendo insultos racistas en las publicaciones en las que sale vistiendo la ropa que usará en los Juegos Olímpicos de París . Y es que ha destacado que hay quienes han puesto en duda su nacionalidad y origen a raíz de su color. Aunque las faltas de respeto en su contra no cesen, la atleta ha dejado ver que no dejará que esto le afecte en su vida personal y profesional.