Jalisco, no te rajes. Tenemos un problema
Guadalajara, Guadalajara, el tequila no se está vendiendo tan bien como siempre, al menos en casa de quien podría ser el ‘King’ del tequila, Diageo, la compañía inglesa dueña de marcas como Don Julio.
En cierta medida, la suerte de la economía de Jalisco está vinculada con la bebida, por lo que cualquier aviso de cambio de tendencia es relevante. Sucede que a decir de directivos de esa empresa, la inflación golpea a quienes gustan del elíxir de agave azul.
¿Están ustedes abaratando su ‘cava’? Fíjense en lo que dijo esta compañía respecto a la situación de los consumidores mexicanos de tequila:
“Este mercado continúa enfrentando desafíos persistentes con un entorno altamente competitivo y la búsqueda de precios más bajos por parte de consumidores en tequila y whisky”.
Los datos disponibles muestran que la gente redujo sus compras y muchos están vaciando su inventario casero, en lugar de ir al súper a comprar más botellas. El problema no solo está en México para esta vendedora de bebidas espirituosas. Incluso Casamigos, una marca de tequila premium creada por el actor George Clooney, también registra bajas de ventas en Estados Unidos.
“Las ventas netas orgánicas de tequila disminuyeron un 7 por ciento, empujadas por Latinoamérica y el Caribe y la superposición de la reposición de inventario en América del Norte”, indicó este martes la compañía de Inglaterra, dirigida por Debra Crew, una experta en consumo que antes de llegar a la compañía pasó, entre otras, por Mars y Mondelez, la propietaria de la marca Oreo.
La trayectoria y experiencia no han sido suficientes para detener una caída ya de casi 40 por ciento en el valor de las acciones de Diageo desde su llegada.
La crisis llegó a México cuando al inicio del año, la empresa debió nombrar a un nuevo director local. Leonardo Curado, con experiencia en productos cosméticos y para la salud, sustituyó a Mariano Perotti.
En lo que su mayor mercado, el continente americano, entrega mejores resultados, el equipo de Crew se enfoca en otras regiones y la esperanza jalisciense puede basarse hoy en el 12 por ciento de crecimiento que reportó la empresa en Europa, India, África. En China la aceptación del tequila también sigue creciendo.
Pero hay otras fuentes de demanda. Hablemos de cantaritos, por ejemplo.
Si ustedes no han viajado recientemente a Jalisco, sepan que camino a Tequila existen establecimientos posiblemente informales que ofrecen una fiesta permanente como las que exhiben las televisoras mexicanas al mediodía.
Música estridente y un montón de gente bailando como en boda de pueblo. ¿El boleto de acceso? La compra de al menos un “cantarito”, una bebida alcohólica dulce preparada a base de refresco de toronja, frutas picadas y claro, tequila. Esta suerte de caldo frío, lo sirven, claro, en un recipiente de barro que también hace las veces de souvenir.
¿Por qué vale la pena mencionarlo? Porque Coca Cola ya enlata Cantaritos bajo su marca Topo Chico, originaria, lo que son las cosas, de Monterrey, en donde existe un cerro y un manantial con ese nombre.
Al final de mayo, Coca Cola Company México presentó Topo Chico Drinks Mexicanos, un portafolio de bebidas listas para tomar que incluye además la tradicional Paloma, un abanico de productos distribuidos en la Riviera Maya por la embotelladora del sureste, Bepensa.
En uno de esos golpes de suerte, esta compañía y sus embotelladoras mexicanas posiblemente hayan conseguido la herramienta que podría mantener constante el consumo de agaves, pese a lo que reportó esta semana, ahora sí, Diageo.
Este asunto que parecería limitarse a estrategias de grandes empresas internacionales impacta directamente los precios del agave deprimidos al menos hasta el inicio de este año por la abundancia de oferta. Es un tema de agronegocios que caerá en la oficina de Julio Berdegué, el próximo secretario de Agricultura.