Venezuela: cada vez más pruebas del fraude
Cada vez parece más evidente el fraude electoral cometido por el Gobierno de Nicolás Maduro. Lo dice el Centro Carter, observador del proceso, el Departamento de Estado norteamericano, Gobiernos y autoridades de América Latina y también analistas independientes.
Hay varias razones que no hacen más que darle la razón a la denuncia formulada por líderes de la oposición venezolana que, una vez acabados los comicios y luego del anuncio oficial del presidente del CNE, señalaron enfáticamente que eran los vencedores absolutos de la contienda y que tenían forma de probarlo.
En primer lugar está la presentación del presidente del CNE, al borde de la una de la mañana —después de horas de silencio oficial y sin otro documento en la mano que un pedazo de papel—, quien afirmó que tenía resultados al 80% que daban categóricamente el triunfo a Maduro y que estos eran irreversibles.
Han transcurrido las horas siguientes y los días siguientes, sin presentarse las actas de los centros de votación que justifiquen que el CNE hiciera un anuncio de esa envergadura. En tanto, la lideresa opositora María Corina Machado ha presentado copias de actas y resultados alcanzados que permiten establecer que Edmundo González ha ganado y por amplio margen, consolidando así la tendencia que mostraban las encuestas previas y la boca de urna.
Es por eso que resulta tan normal y tan lógico que se pida una verificación independiente de los resultados, la presentación de las actas y un conteo verificable de los votos alcanzados por Nicolás Maduro y por Edmundo González.
Según algunos reportes independientes, el régimen va a querer judicializar la investigación —porque también tienen capturado el sistema judicial— para dejar fuera al CNE del debate y evitar que se le exija presentar pruebas de las que carece.
El tema venezolano tiene que mantenerse en la agenda política de los países democráticos y se debe seguir exigiendo un conteo independiente y transparente para dejar en evidencia que se le está escamoteando a un pueblo el derecho a elegir su propio destino.