¿Agosto en Madrid? ¡Tienes que ver esta película!
Probablemente, no sea Madrid el destino más apetecible durante el mes de agosto. Las altas temperaturas que se registran en la capital no invitan a permanecer en ella motu propio. Aunque, claro, tiene sus ventajas: al estar notablemente menos poblada la ciudad durante estos 30 días, puede aprovecharse para hacer actividades que el resto del año serían impensables por la gran concentración de gente.
Tanto para el que decide permanecer en Madrid por su propia voluntad, como el que tiene que resignarse a quedarse en casa porque su economía, el trabajo o sus circunstancias vitales no le permiten un desplazamiento, debería ver la película 'La virgen de agosto' (Movistar), que sirve como bálsamo amén de elemento motivador para apurar este mes en la Villa y Corte.
Y es que este largometraje dirigido por[[LINK:TAG|||tag|||63361b89ecd56e36169328c7||| Jonás Trueba]] y estrenado en 2019 es especial. Una película en la que no sucenden grandes acontecimientos, como suele decirse, pero que explora el comportamiento de una joven, Eva (Itsaso Arana), quien sumida en una crisis vital decide pasar el mes de agosto en Madrid y dejarse llevar...
Aunque Eva sea el personaje central, la verdadera protagonista de la película es Madrid, el Madrid de agosto, una ciudad muy diferente a la del resto del año. Sin atascos y con verbenas. Hasta con otra fisonomía. Esta película intimista, a través de su joven protagonista explora y/o explota el abanico de posibilidades que ofrece una ciudad sumida por el calor extremo, la molicie y la estampida de veraneantes que han "huído" de ella.
Los museos como "refugios climáticos" abiertos casi en exclusiva para el intrépido visitante, la vida nocturna en sustitución del bochornoso día, las terrazas veraniegas, las escapadas al río Jarama (en homenaje a Ferlosio) y, sobre todo, las verbenas de agosto como elemento vertebrador de "los-que-se-quedan-aquí".
Esas verbenas o fiestas de barrio, San Cayetano, San Ginés y La Paloma, que recuperan la esencia del Madrid galdosiano de chotis, chulapos, manolas y barquillos. "Madrid, Madrid, Madrid". Esas verbenas decimonónicas que, con su espíritu comunitario, esencial y barrial se enfrentan al Madrid neoliberal de las torres, las consultoras y las VTC's.