5 cosas que ver y hacer en Comporta, la playa más bohemia de Portugal
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Enormes playas vírgenes, doradas dunas, mar limpio de un azul intenso, verdes arrozales y bosques de pinos, senderos de arena y un pueblecito de casas blancas, nidos de cigüeñas, coquetos restaurantes de producto local y tiendas de decoración repletas de tesoros de estilo rústico-chic. No es de extrañar que Comporta sea el gran descubrimiento turístico de los últimos años en Portugal. La historia moderna de este lugar comenzó en 1956, cuando dos hermanos de la poderosa familia de banqueros portugueses Espíritu Santo adquirió estos terrenos, que formaban parte de la propiedad Herdade da Comporta. Según se cuenta, lo hicieron tras descubrirlos por casualidad ál avistarlos desde su barco y maravillarse por la belleza agreste e inexplorada que ostentaban. En los últimos años, su oferta hotelera ha despegado en forma tanto de apartamentos o de casas en alquiler como de selectos complejos tipo resort, situados en el propio pueblo pero sobre todo en los alrededores, escondidos entre la vegetación. En las calles principales del pequeño centro de Comporta funciona durante la temporada –la mayoría cierra en enero y febrero– un circuito de tiendas de decoración y diseño, junto con moda y artesanía, que marcan la línea de ese estilo 'hippie chic' que caracteriza al lugar, adonde lo ideal es ir en coche para tener libertad para explorarlo y visitar sitios cercanos. Este rincón tan especial de Portugal situado a una hora de Lisboa y a seis de Madrid es perfecto para quienes buscan exclusividad y tranquilidad, pero a la vez valoran la autenticidad de sus casas blancas y azules y su comida, en combinación con su paisaje agreste y de grandes proporciones. En Comporta los planes que se pueden hacer son muy variados gracias a su clima y paisaje. La actividad principal de quienes visitan esta zona portuguesa es disfrutar del descanso, el sol y el baño en sus extensas playas de arena blanca fina. Pero además hay rutas de senderismo y gran afición por todo tipo de deportes náuticos, desde el surf y el paddle surf hasta la navegación. Otra actividad que se practica es participar de un circuito 'off road' para vivir una aventura a bordo de estos vehículos. Pero también se ofrecen paseos en bicicleta por los arrozales , en globo por sus despejados cielos y caballo por las dunas. En todo el centro del pueblo hay tiendas de decoración y complementos de moda que sacan sus productos a las aceras para dar un ambiente especial a las calles. La propia Casa de la Cultura alberga cada verano diversos puestos de artesanos variados. Otras tiendas emblemáticas del 'estilo Comporta', con su mezcla de muebles, prendas y bolsos, accesorios y textiles, son Briffa, Caju, Lavanda, Manumaya y Coté Sud. En tanto Alaire y Rice Marta Mantero están más centradas en mobiliario y en diseño de interiores. La comida es un elemento diferenciador en Portugal en general, por su excelente producto, y en Comporta en particular, por los restaurantes y bares que ofrece. En el centro del pueblo está Gomes , un imprescindible, que a su coqueto colmado con alimentos, flores o productos gourmet añade una panadería y un pequeño restaurante que saca sus mesas directamente a la acera, frente a la fachada de casas encaladas típicas. Una buen opción para las noches de verano es el pintoresco bar y restaurante Jacaré da Comporta , que combina Brasil con Portugal en sus pizzas en horno de leña y su gran ambiente de cócteles y música. Si lo que se quiere es comer raciones o tapas en la playa, en la de Pego está el chiringuito Soul Bar para tomar una sangría admirando el atardecer sobre el agua. Otro chiringuito donde siempre hay muy buen ambiente, y una carta de raciones, pescado del día, arroces y carnes de calidad, es el Beach Club Sublime , perteneciente al resort del mismo nombre, que además tiene un restaurante temporal este verano llamado Canalha , hermano del que triunfa en Lisboa. Para una noche memorable, el gastronómico Food Circle, el espacio más especial del hotel Sublime Comporta, ofrece una experiencia única en su mesa circular solo para 14 comensales alrededor del fuego. En él, el joven chef Pedro Calhau orquesta en directo un menú degustación (hay dos versiones, a 150 y 125 euros, y la posibilidad de maridaje con vinos que recorren el país a través de bodegas singulares) que rinde tributo a los productos del cercano mar y de la huerta orgánica que circunda el restaurante. Toda una sinfonía de platos de autor. Comporta alberga discretos resorts que combinan servicios de lujo con instalaciones de estilo rústico chic en un entorno de naturaleza y desconexión. Uno de ellos es Sublime Comporta , situado en una extensa finca de pinos y alcornoques entre los cuales se distribuyen discretamente sus villas conectadas por senderos de gravilla y frondosos jardines. En este lugar, creado por un expiloto de aviación portugués que quería llevar a la región la mejor hostelería que había visto por el mundo, prima el autocuidado y el descanso . Las 90 suites -en unos meses añadirá otra finca enfrente, con 123 más y nuevos espacios gastronóicos- ocupan diversas edificaciones que se pueden reservar al completo o por habitaciones (entre dos y cinco por unidad), todas luminosas y funcionales. Las zonas comunes del hotel están decoradas siguiendo la estética relajada y cálida tan característica de este destino, con maderas, textiles de tonos neutros y pasteles y materiales naturales. El hotel cuenta con piscina principal, tenis, un spa con cabinas de tratamientos y un completo gimnasio con monitores y un calendario de clases dirigidas que van desde el yoga hasta el boxeo. Un aspecto clave es su gastronomía, con los mencionados tres restaurantes de cocina portuguesa muy solventes. La costa atlántica de la región central del Alentejo atrae a visitantes de todo el mundo –incluyendo a algunos famosos que ya tienen discretas residencias allí o lo escogen como su refugio secreto de vacaciones– por su maravillosa combinación de una naturaleza exuberante y salvaje, su soleado clima mediterráneo, la cocina tradicional –pescados, mariscos, huerta– que ofrece y el ambiente bohemio y de lujo relajado que tiñe todo el lugar. El más conocido es Comporta, pero en realidad esta zona está compuesta por siete antiguos pueblos de pescadores , hoy reconvertidos en destinos turísticos de quienes buscan, en contraposición con la masificación del Algarve, un refugio más tranquilo y menos explotado. Los otros seis son Pego, Carvalhal, Brejos, Torre, Possanco y Carrasqueira (en este último, imprescindible ver su puerto palafítico). Todos ellos están protegidos al formar parte de la Reserva Natural del Estuario del Sado. Otro lugar cercano (15 minutos en coche) que merece la pena conocer es Troia , la población situada al final de la estrecha península del mismo nombre poblada de residencias y selectas urbanizaciones. Ahí, en la punta, hay desde sitios para tomar algo hasta ruinas romanas y un puerto donde se puede embarcar rumbo a Setúbal . En esta antigua ciudad merece la pena visitar su mercado tradicional y recorrer sus calles. Allí también se puede coger un barco para salir a avistar delfines, pues en el estuario del río Sado vive una comunidad de estos mamíferos que ofrecen un espectáculo inigualable. Por último, a una media hora de Comporta está Alcácer do Sal , ya subiendo el río Sado, a cuya orilla se puede tomar un arroz caldoso típico y visitar su castillo.