Pidcock, el doble oro olímpico abucheado por los franceses que sueña con el Tour
El triunfo de Pidcock es el del ciclista total. De esos corredores, contados con los dedos de las manos, que son capaces de lograr grandes victorias en cualquier superficie. El británico se ha colgado su segundo oro olímpico en MTB Cross Country -después de Tokio 2020-, y además lo ha hecho con una carrera absolutamente épica.
Esta segunda presea dorada no hace sino agrandar la figura de un ciclista que ya ha sido campeón del mundo de ciclocross, ha conseguido grandes victorias en carretera -Amstel Gold Race o Strade Bianche entre otras, por no hablar del Giro de Italia sub23-, tiene un bronce en el Mundial de ruta, es también el vigente campeón mundial de MTB y hasta tiene medallas en carreras de campo con bici eléctrica.
Un pinchazo cuando iba prirmero le ha obligado a remontar hasta 13 posiciones para volver a ponerse en cabeza, y lo ha hecho en el segundo split de la séptima vuelta. Con un primer ataque que Victor Kopecky fue capaz de seguir. El toque de campana llegaba con tres hombres en cabeza: el británico, el francés y Alan Hatherly, sudafricano que rodó segundo mucho tiempo.
Y lo mejor no fue el intercambio de golpes entre Pidcock y Koretzky. Sino que, ya en el último tramo, y con el francés por delante, Tom le ha pasado por delante entre dos árboles. Un adelantamiento en el que incluso han llegado a tocarse las ruedas. Casi se podían ver saltar las chispas. Koretzky ha salido perjudicado del envite y se ha quedado con la plata ante el enfado generalizado del público francés. Que no ha dudado en abuchear al británico y cantar “La Marsellesa”.
Ya solo le queda un gran objetivo que cumplir para ser el ciclista total: el Tour. Pero es un sueño en el que hasta ahora lo único que ha hecho ha sido estrellarse, más allá de la etapa que ganó en 2022. Su equipo, el Ineos-Grenadiers, también tiene como anhelo buscar nuevamente el amarillo con un campeón británico, y sin duda Pidcock es el favorito de la dirección.
Pero, por ahora, ha demostrado que las tres semanas le quedan inmensamente largas. Tiene todavía 25 años -los cumple mañana, en realidad-, así que le dará tiempo a enfocar su entrenamiento a una gran vuelta, pero ni por el momento está en esos números ni está claro que pueda llegar a ponerse al nivel de los Pogacar, Vingegaard o Evenepoel. En cualquier caso, ya tiene en su haber un palmarés de lo más completo al que se suma su segundo oro olímpico.