Las tasas del FMI son un problema pero puede haber una buena noticia para Argentina
Las tasas del Fondo Monetario Internacional (FMI) preocupan a nivel global y para la Argentina implican un costo del 8% que a priori puede parecer 'bajo' frente al cierre del mercado de crédito y con riesgo país en torno a 1500 puntos.
En el caso del crédito para la Argentina se suman además los sobrecargos porque se trata de un desembolso extraordinario, que supera la cuota del país. Quienes siguen las negociaciones sobre este punto advierten que puede haber buenas novedades sobre el pedido de baja de estas tasas en la próxima reunión anual de octubre del FMI y el Banco Mundial.
"El Fondo les cobra a países como Argentina una tasa de interés del 8% anual", detalló el economista de Cedes y Fundar, Emiliano Libman. "Aunque pueda parecer bajo para nuestro caso, no lo es", agregó el ex integrante de la Unidad de Relaciones Técnicas con el FMI.
La tasa del FMI "se compone básicamente de un margen fijo del 1%, más la "tasa SDR" (derechos especiales de giro) más los sobrecargos (hasta 3% si el programa es muy grande y dura mucho tiempo, como el de Argentina)", explicó el economista e investigador del Conicet. "La tasa del SDR es un promedio de las tasas de Estados Unidos, Europa, Japón, el Reino Unido y China", agregó.
"Las altas tasas benefician a las economías avanzadas, a expensas de las de ingresos medios (y al costo de poner en jaque el financiamiento de las de ingresos bajos)", plantea el profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y la Unsam, que considera que el FMI está en condiciones de bajar la tasa.
En ese marco, Libman detalló que "las altas tasas no tienen razón de ser (el FMI es un acreedor privilegiado), afectan la sostenibilidad de los programas y son sumamente injustas. "Limitar la tasa del FMI es posible (como antecedente, se le puso un piso a la tasa SDR cuando las tasas estaban bajas en todos lados) y el organismo tiene espacio para hacerlo".
Sobrecargos
Por otra parte, lo que avanza en Washington es la revisión de la política de sobrecargos del FMI, que para la Argentina implicar pagar más de u$s 1000 millones adicionales por año. Esto tendrá lugar hacia la reunión anual de octubre y los técnicos del organismo están teniendo una serie de reuniones y contactos informales con los miembros del directorio para allanar el camino.
Así lo detalló la portavoz Julie Kozack en su última conferencia de prensa. La gestión por los sobrecargos comenzó bajo la administración de Alberto Fernández, cuando el entonces ministro de Economía Martín Guzmán comenzó a revisar el acuerdo de Stand By con Mauricio Macri. Los sobrecargos se aplican como norma general del FMI cuando los créditos son extraordinarios, como lo fueron los u$s 45.000 otorgados a Argentina.
"Venimos moviendo al mundo entero para que el FMI baje los sobrecargos de interés desde que los descubrimos en 2020 estando al frente del Ministerio de Economía. Hoy son muchos los países que apoyan. Estamos cada vez más cerca de alcanzar un objetivo que le daría un necesario y justo alivio financiero a nuestro país", escribió Guzmán tras la confirmación de Kozack.
En el Gobierno actual fue la canciller Diana Mondino la que hizo referencia al reclamo por la baja de los sobrecargos en reuniones internacionales. El pedido para eliminarlos se convirtió así en una política que trascendió la grieta.
"Argentina, a partir de la tóxica deuda récord histórico que se tomó en 2018-2019 con el FMI, paga aproximadamente u$s 1100 millones anualmente en sobrecargos de interés", agregó por su parte Guzmán. "Otros 21 países también los pagan, incluyendo a Ucrania, Ecuador, Egipto y Pakistán", que participó de distintos foros globales para mantenerlo en agenda. "La modificación de esta política sería buena para la estabilidad mundial. Confiamos que en octubre de este año podamos lograrlo".