La directora de Espacio Abierto dimite por el “abandono” político de este centro cultural madrileño dedicado a la infancia
Beatriz de Torres denuncia la carencia de condiciones para mantener un equipo estable y suficiente y teme que el área que dirige Marta Rivera de la Cruz en el Ayuntamiento de Madrid lo “deje morir y se convierta en un parque de bolas”
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Hace una semana, Beatriz de Torres anunciaba su dimisión de la dirección de uno de los espacios culturales referentes de la capital dirigidos al ámbito infantil y familiar, Espacio Abierto. Una decisión, como ha explicado por carta en las redes sociales, cuya motivación se basaba en que no se daban “las condiciones mínimas para tener un equipo estable suficiente” que asegurasen “una programación continuada y con los niveles de exigencia” que el centro requiere. El Ayuntamiento de Madrid no ha querido ahondar en explicaciones a este periódico y se ha limitado a informar de que el cese es voluntario y a agradecer el servicio prestado.
El centro está situado en el interior de la Quinta de los Molinos, un parque público del distrito de San Blas. Un terreno de 25 hectáreas de extensión, conocido por sus explanadas de olivos y almendros, y que consta con un palacete de inicios del siglo XX que el Ayuntamiento fue rehabilitando desde su compra en 1980. Hasta que se abrió en 2018 como Espacio Abierto, se barajaron diferentes proyectos para el edificio: primero iba a ser la sede de Casa Asia, luego del Comité Olímpico y más tarde de la fundación musical Magistralia, impulsada por Emilio Aragón.
Desde 2017, por mandato expreso de la alcaldesa Manuela Carmena, se destinó el palacio como espacio cultural dedicado a la infancia, la juventud y la programación familiar. El encargo recayó sobre Beatriz de Torres, que inauguró el centro un año después. “El Ayuntamiento no tenía referentes de proyectos similares, además el espacio está en una zona poco transitada y fuera de los circuitos tradicionales de la cultura de la capital, por lo que, por precaución, se decidió no darle el estatus de un centro cultural del Ayuntamiento, con una gerencia autónoma, sino que se hizo que el espacio dependiera de la dirección de producción de Madrid Destino”, recuerda De Torres, aludiendo a la empresa pública que gestiona la mayoría de las actividades culturales y de turismo de la capital.
Cambio de signo municipal
Pero al año siguiente de su apertura, en mayo de 2019, y cuando Espacio Abierto comienza a despuntar, la situación política cambia con la entrada al consistorio madrileño del Partido Popular y Ciudadanos, con el apoyo de Vox. A partir de ahí, no se solucionó una situación laboral “que se había pautado realizar” y se decidió rebajar el presupuesto destinado al espacio. El centro comenzó con un presupuesto de 800.000 euros. Hoy es de 620.000 euros, un 23% menos.
“Con el primer Gobierno de José Luis Martínez Almeida, aunque infructuosas, hubo muchas reuniones. Con el segundo Gobierno las reuniones han sido inexistentes, no he tenido ninguna reunión con el director general de Cultura [Gonzalo Cabrera] ni con la delegada [Marta Rivera de la Cruz]”, afirma De Torres a este periódico.
El interlocutor de De Torres en el Ayuntamiento ha sido el director general de Madrid Destino, Ángel Martín Vizcaíno. “Me pidió expresamente que para todo me dirigiera a él”, incide De Torres. Durante más de tres años, la directora alertó al consistorio de que el centro seguía sin gerente y que los dos coordinadores técnicos iban a tener que cesar ya que tenían un contrato por obra con una duración máxima de tres años. “Ya nos pasó en 2021 con dos técnicos estupendos, al cumplir los tres años tuvieron que marcharse. Avisé a Madrid Destino de que esto no podía volver a ocurrir de nuevo”, una situación que se vio empeorada al entrar en vigor la reforma laboral aprobada en diciembre de 2021, por la que el contrato por obra o servicio desaparecía. O la contratación era indefinida o por un contrato de seis meses no prorrogable.
Una solución que no llega
“En marzo pasado, firmé porque se me prometió una solución, pero no llegó, tan solo he cumplido mi palabra, no quiero enfrentarme a nadie, lo único que pedía es una voluntad política clara para solucionarlo”, asevera De Torres que también confiesa su miedo a que ahora el centro “se deje morir y se convierta en un parque de bolas”.
Tanto Madrid Destino como el Área de Cultura, en declaraciones a este periódico, han agradecido a Beatriz de Torres “su labor todos estos años”. El Ayuntamiento también ha confirmado “que se mantiene la actividad y que habrá una nueva contratación para la dirección artística del centro que se anunciará oportunamente”. Madrid Destino, ante la pregunta de por qué no era posible la contratación de un personal estable como pedía De Torres, reiteró que “la rescisión del contrato con Beatriz de Torres ha sido de mutuo acuerdo, no ha sido cesada. Ella ha pedido incorporaciones laborales, pero la gestión de los recursos humanos corresponde a la dirección de la empresa, de Madrid Destino, la empresa sopesa y decide”.
De Torres reitera que no ha podido reunirse con los responsables políticos del Ayuntamiento. Todo ha sido decidido por la empresa gestora, con el Ayuntamiento “no ha habido ni contacto, ni han venido a participar en nada para conocer este, que es su centro dedicado a la familia. Han abandonado el centro”, concluye.
Contratación temporal
Al final no hubo solución y De Torres dimitió el pasado mes de junio. Ahora Espacio Abierto cuenta con dos nuevos técnicos que no conocen el centro y que solo podrán estar seis meses en el cargo. “Los técnicos son los que trabajan con las compañías en el diseño de los montajes, un trabajo que muchas veces tiene un ciclo más largo, es imposible trabajar de este modo”, expresa con frustración Beatriz De Torres que además confiesa que lleva pidiendo años un técnico de producción: “Tan solo tenemos uno a tiempo parcial, esta una semana sí y otra no, así que yo, que no se me caen los anillos, tengo que estar cada dos fines de semana subiendo y bajando focos, la situación es bien precaria”.
“Desde Madrid Destino se me ha dicho que están atados de pies y manos y que no hay solución. Pero, lógicamente, sé de otros centros a los que se está dotando de mucho personal”, dice esta veterana gestora que comenzó su andadura en los años noventa en la Comunidad de Madrid de Alberto Ruiz Gallardón y que conoce bien el Ayuntamiento. En ese organismo fue jefa de Comunicación del área de Cultura durante la alcaldía de Gallardón y jefa de gabinete de la delegada de Cultura Alicia Moreno.
Un centro de referencia
Espacio Abierto, en muy pocos años, se ha erigido como referencia de gestión y de dirección gracias a ideas nuevas e inclusivas. Varios proyectos destacan por su originalidad y por ser pioneros en el sector. Por ejemplo, el programa La Quinta cocina, que gestiona la cocina y restaurante del palacete a cargo de una escuela de hostelería para jóvenes en situaciones de vulnerabilidad o exclusión social. También son conocidos sus espacios, como la Urbanoteca dedicada a juegos para niños de 0 a 12 años, o PlayQuinta, dedicado a los adolescentes.
En su programación cultural destacan también sus talleres para niños y adolescentes que normalmente se llenan a toda prisa. Además, el centro cuenta con un pequeño espacio escénico dedicado a la programación infantil y familiar. Aparte de la programación regular, el centro creó un ciclo de danza, Bailas, ¿baby?, en el que grandes coreógrafos tan conocidos como Cesc Gelabert, Luz Arcas, Jesús Rubio o Israel Galván son llamados para generar una creación que introduzca a los más pequeños en el mundo de la danza.
Por último, la dirección del centro ideó un ciclo anual en torno a los almendros, La Quinta cosecha, que ya es bien conocido en la capital y que tiene dos citas anuales: la siembra y la floración. Momentos para los cuales se encarga a un artista un espectáculo-ceremonia en el propio parque al que asiste numeroso público. Compañías como Losdedae o Aracaladanza han sido invitados. El último año corrió a cargo de la escuela de circo Carampa. Este año De Torres ha encargado al bailarín Sharon Fridman el proyecto.
“Desde el primer día la respuesta fue impresionante. Lo que para mí era una intuición se convirtió bien pronto en una realidad que hablaba de una necesidad patente”, recuerda De Torres sobre los primeros pasos de este centro.
El antecedente de MediaLab
Eduardo Rubiño, concejal del Ayuntamiento por Más Madrid y miembro de la Comisión Permanente de Cultura ha mostrado a este periódico su preocupación, “estamos verdaderamente preocupados por el trato que se está dando a varios centros en el Ayuntamiento, no se puede dejar caer un proyecto que ha funcionado tan bien como Espacio Abierto que además ha encontrado modos de participación e inclusión de la ciudadanía bien importantes”, para luego añadir que “este Gobierno deja morir los proyectos, como ha hecho con MediaLab, que primero desalojaron del espacio de la Serrería Belga, lo mandaron a Matadero y han ido asfixiándolo en un espacio que ahora tienen que compartir con otras actividades. El Partido Popular no tiene interés por el tejido cultural, solo le interesan los proyectos con relumbrón”, concluye.
La Concejala del Ayuntamiento por el PSOE y también miembro de la Comisión Permanente de Cultura Adriana Moscoso del Prado manifestó a este diario que lamenta “muchísimo que la directora haya tomado esa decisión porque creo que era un espacio ejemplar”, y ha resaltado que Espacio Abierto, “había conseguido hacerse un hueco, hacer una oferta que era única en la ciudad de Madrid y que además tenía una parte social muy importante de integración”. Finalmente, Moscoso señala que “desde la llegada de la concejala de Cultura al Ayuntamiento, Marta Rivera de la Cruz, todo se está haciendo a dedo y con mucha opacidad, la pregunta es si la nueva dirección que se nombre en este espacio se hará del mismo modo que las otras direcciones artísticas del Ayuntamiento, por designación, sin proyecto presentado y de la manera menos abierta posible”, concluye.
“Espacio Abierto aporta muchas cosas a los niños, a los chavales, a las familias, a los artistas. No me lo invento, la única crisis que hemos tenido desde que abrimos es que la gente llora por las esquinas porque no consigue entradas”, explica esta gestora que dice no entender la falta de apoyo político por parte de la concejala y delegada Marta Rivera de Cruz que ha hecho “de la cultura familiar la bandera de su política cultural”.