La Policía analiza en Serbia el coche, la casa y ropa del exmarido de Ana María Henao
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La Comisaría General de Policía Judicial sigue adelante para atar con las máximas pruebas posibles el caso de la muerte de Ana María Knezevich Henao, la mujer de 36 años, origen colombiano y residente en Madrid en proceso de divorcio cuyo marido está encarcelado en Florida ( Estados Unidos ) como su presunto asesino. El suceso ocurrió este mes de febrero y se ha avanzado bastante en las pesquisas; pero el cadáver de la infortunada sigue sin ser hallado y es un elemento indispensable para el esclarecimiento de este crimen . Tanto es así, que el sospechoso, Davis Knezevich, un empresario serbio conocido como Dusan, de 57 años, está procesado actualmente en el país americano por secuestro. No hay cuerpo, no puede haber aún acusación de homicidio o asesinato. Florida es uno de los estados en los que sigue vigente la pena de muerte . Como adelantó ABC, la Policía española quería conseguir analizar el coche de alquiler que el individuo utilizó para ir y venir de Serbia a Madrid, y vuelta a su país de origen. Luego, voló a Miami, en cuyo aeropuerto le esperaban los agentes estadounidenses. En unos dos meses podría salir el juicio por el caso, mientras que a David se le ha denegado la salida en libertad provisional, ni siquiera con fianza. Las sospechas de los policías de Desaparecidos y Homicidios de la UDEV Central pivotan sobre que el encausado matara probablemente por asfixia a su exmujer, con la que no quería compartir un gran patrimonio a causa del divorcio, en el piso de Francisco Silvela donde ella llevaba poco tiempo residiendo. En esa vivienda, la Policía Científica no halló sangre ni ningún elemento indiciario del crimen. Se sabe que metió el cadáver en una maleta y que con él salió de viaje, de vuelta a Serbia. Pero el Peugeot 308 azul alquilado en Belgrado no tenía GPS incorporado. No devolvió el turismo a tiempo y el 17 de febrero llamó de nuevo a la empresa de arrendamiento para informar de que continuaba con él hasta el 24 de marzo pasado. Y dio otro detalle al encargado de la agencia: «He tenido que tintar los cristales del coche porque me molestaba la luz del sol». Al final, la devolución la hizo el 15 de febrero porque el día antes, el encartado relató que había sufrido un accidente al dormirse al volante. El 29 de enero el coche tenía 77.053 kilómetros y al regresar a la empresa marcaba 84.730. Había recorrido 7.700 en ese tiempo. Ida y vuelta a Belgrado. Luego, se fugó a EE. UU. Lo que los expertos en Homicidios españoles sospechan es que, como se aprecia en las cámaras de seguridad, David llegó al bloque donde residía su expareja el 2 de febrero, en Francisco Silvela, 65, y la asesinó para no compartir la fortuna de 15 millones de dólares. En Belgrado, además, un equipo conjunto de la Policía española y la serbia han estado registrando la vivienda del sospechoso y se han llevado muestras, al igual que del coche, para su análisis en un laboratorio de aquel país; entre otras, una ropa de él con una mancha que podría ser de sangre, explican a ABC fuentes del caso. Tanto los resultados periciales del coche, como de la casa y del turismo están pendientes aún. Paralelamente, desde España se han cursado comisiones rogatorias a Italia, Croacia, Francia, Serbia y Eslovenia, los países por los que tuvo que cruzar en coche hasta regresar a su domicilio. No se ha hallado el cadáver en las zonas calientes de las carreteras españolas por donde pasó hasta adentrarse en Francia, que se hizo de manera pormenorizada mano a mano con el FBI: se han peinado decenas de kilómetros de la R-2 pero también de Soria, Guadalajara y Zaragoza (A-2), con drones, helicópteros, perros de detección de cadáveres, Subsuelo; y, al estar zonas de la carretera valladas en los laterales, desde fuera de las cunetas hacia las calzadas. La idea es cotejar si hay posicionamientos de ambos teléfonos móviles (el de David y el de Ana María) en el extranjero, de manera que se comprueba que viajaron juntos los aparatos. Y, a partir de ahí, detectar alguna parada más extraña de lo habitual o algún movimiento que permita pensar que fue entonces cuando se deshizo del cuerpo de su exesposa. Entonces, podrá acotarse mucho más el territorio que rastrear.