La verdad detrás de las Pirámides de Egipto y cómo eran los sacrificios que practicaban los egipcios: los mitos de una era fascinante de la historia
Las Pirámides de Egipto son íconos de una era fascinante de la historia. A lo largo del tiempo, han sido objeto de numerosos mitos. Sin embargo, muchas nociones populares, como la creencia en sacrificios humanos masivos y la idea de estructuras repletas de trampas mortales, distan de la verdad histórica.
Las investigaciones arqueológicas modernas nos muestran una realidad más compleja y sorprendente sobre estas maravillas de la antigüedad, ya que desafían nociones preconcebidas acerca de antiguo Egipto.
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Pirámides de Egipto: mitos y verdades sobre este magnífico legado histórico
Las Pirámides de Egipto siguen despertando fascinación y generando mitos. Sin embargo, las investigaciones arqueológicas recientes desechan varias creencias populares sobre estos monumentos históricos, de acuerdo al portal Business Insider.
¡A continuación, te contamos los 3 mitos más populares que fueron desmentidos por investigadores!
1. El mito de los esclavos constructores
Contrariamente a lo que muchos creen, las pirámides no fueron construidas por esclavos. Wojciech Ejsmond, egiptólogo del Proyecto Momias de Varsovia, sostiene que los constructores eran trabajadores libres.
En la antigua sociedad egipcia, que carecía de moneda, los impuestos se pagaban con servicios. Así, mientras algunos aportaban granos, otros contribuían con su labor en las pirámides.
2. La leyenda de las trampas mortales
Tampoco es cierto que estos monumentos estuvieran repletos de trampas mortales. Los pozos verticales hallados en los pasillos que llevaban a las cámaras reales, lejos de ser mecanismos para atrapar intrusos, probablemente servían para:
- Recolectar el agua de lluvias torrenciales.
- Proteger las tumbas.
Si bien los constructores intentaron resguardar los restos reales usando bloques de granito rojo, los saqueadores lograban sortear estos obstáculos tallando la piedra caliza circundante.
3. El mito de los laberintos intrincados
Otro mito desmentido es la necesidad de mapas intrincados para navegar laberintos dentro de las pirámides. Ejsmond explica que los pasillos solían conducir directamente a la cámara funeraria.
No obstante, algunos templos sí contaban con sistemas de pasillos más complejos, las llamadas criptas, que requerían conocer secuencias específicas para acceder a pasadizos ocultos.
¿Cómo eran los sacrificios que practicaban los egipcios en la Edad Antigua?
La creencia popular sobre sacrificios humanos masivos en el antiguo Egipto no se ajusta a la evidencia arqueológica. Ejsmond, sugiere que estas prácticas, si existieron, fueron limitadas y acotadas en el tiempo.
Las investigaciones apuntan a que posibles sacrificios ocurrieron principalmente durante la primera dinastía.
En las necrópolis de los faraones de este período se encontraron tumbas menores con restos de jóvenes de 14 a 25 años, cuya muerte coincidió con la del gobernante. Sin embargo, Ejsmond aclara que no hay marcas en los huesos que confirmen definitivamente esta teoría.
La posibilidad de que estos rituales se extendieran hasta la segunda dinastía es discutible. Después de este período, no hay evidencia de sacrificios humanos en el pasado de Egipto.
Es crucial entender que, si estas prácticas existieron, habrían abarcado unos 400 años de los aproximadamente 3.000 que duró el reinado de los faraones.
Una era fascinante de la historia: ¿de dónde provienen los mitos sobre los egipcios?
Muchos de los mitos que persisten sobre el antiguo Egipto tienen su origen en una fuente histórica influyente: los escritos de Heródoto. Este historiador griego visitó Egipto en el siglo V a.C. y su obra se convirtió en referencia principal para generaciones posteriores.
Según Ejsmond, aunque gran parte del relato de Heródoto es preciso, en ocasiones el griego "tenía un enfoque muy liberal de la verdad". Un ejemplo notable es su afirmación de que "los hipopótamos se llevaron al faraón", la cual es evidentemente ficticia.
Posiblemente, la mezcla de información precisa con elementos fantasiosos en la obra de Heródoto contribuyó a formar una imagen distorsionada del antiguo Egipto que ha perdurado hasta nuestros días.