¿Por qué los tapones de las botellas vienen pegados? Cómo evitar los inconvenientes
El pasado miércoles 3 de julio, finalmente entró en vigor la "Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular". Esta norma, impulsada por la Unión Europea, se publicó
en el BOE hace más de dos años, pero hasta ahora no se había hecho efectiva. La
intención detrás de este cambio normativo es contribuir a la lucha contra el
cambio climático y proteger el medio marino, evitando que los tapones de
botella terminen contaminando playas, costas y otros ecosistemas terrestres en
línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Para ello, la nueva normativa introduce un nuevo tipo de tapones de botella de plástico que permanecen adheridos a ellas, que serán
obligatorios para botellas y bricks de menos de tres litros. Esto asegura, al
menos en la teoría, que sean reciclados junto a los envases, disminuyendo el
impacto de los plásticos en el medioambiente.
Las empresas han estado trabajando desde el anuncio de la
normativa en 2022 para agotar el stock de los antiguos tapones y adoptar
completamente estos nuevos envases menos contaminantes. Estas adaptaciones han
requerido inversiones en nuevas tecnologías y modificaciones en las líneas de
producción.
Esta normativa ha generado diversas quejas por parte de los
consumidores, quienes argumentan que estos tapones pueden resultar incómodos.
Han señalado que en ocasiones los tapones rozan la nariz o la cara al beber
directamente de la botella. Sin embargo, parece ser que esta medida no se
revertirá, por lo que la población tendrá que acostumbrarse a su uso y
adaptarse a esta nueva realidad.
Afortunadamente, ya han empezado a aparecer usuarios en las
redes sociales y creadores de contenido que comparten sus trucos y consejos
para superar esta curva de aprendizaje de la forma menos traumática posible. Uno
de estos creadores de contenido es @aboutmalte, quien ha compartido a través de
su cuenta de TikTok el método que utiliza para que los tapones inseparables no molesten más.
El truco es tan sencillo como desenroscar el tapón de la
botella con normalidad, abriendo totalmente la unión y deslizando la tapa hacia
el lado contrario de la boca de la botella, de forma que el tapón quede mirando
hacia abajo en lugar de hacia arriba. De esta forma, el tapón no molestará más
y podremos beber con normalidad.
Y cuando hayamos terminado de beber y necesitemos cerrar la
botella de nuevo, es tan fácil como revertir el proceso. Si hacemos esto, no
solo estaremos evitando las molestias del nuevo diseño de los tapones, sino que
también evitaremos perder el tapón de la botella, lo que puede ser algo muy
socorrido. ¡Al final va a gustarnos este nuevo diseño!