El Gobierno del Peñón tacha de “rancios” los cánticos de “Gibraltar español” por parte de la selección española
El Gobierno gibraltareño ha expresado este martes su malestar por los cánticos “rancios” de algunos jugadores de la selección española de fútbol que gritaron “Gibraltar español” durante la celebración de la victoria en la Eurocopa y ha incidido en que no debería usarse el deporte para “promover ninguna ideología”.
La ministra portavoz del Ejecutivo español, Pilar Alegría, ha respondido poco después a la queja gibraltareña y ha querido restar importancia a los hechos: “Hay que enmarcar esas celebraciones en su contexto”. “Yo creo que nadie tiene ninguna duda que la política exterior de un país la establece el Gobierno de este país”, ha continuado Alegría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
El Ejecutivo que lidera Fabian Picardo ha admitido que está “decepcionado tras observar que varios jugadores de la selección española de fútbol masculina celebraron su victoria en la Eurocopa a base de cánticos con comentarios rancios sobre Gibraltar”, después de que el capitán, Álvaro Morata, animara a corear “Gibraltar español” a las decenas de miles de asistentes a la celebración en el centro de Madrid.
Algunos vídeos han mostrado alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, junto con la infanta Elena, bailando y entonando el cántico “Gibraltar es español”.
A juicio del Gobierno gibraltareño, “se trata de una mezcla totalmente innecesaria de un gran éxito deportivo con declaraciones políticas discriminatorias que resultan enormemente ofensivas para los gibraltareños”.
En este sentido, ha esgrimido que “el lamentable uso de la plataforma de la celebración en torno a la victoria de la Eurocopa para promover la idea de usurpar el territorio de Gibraltar es contrario al principio de que el deporte no debe utilizarse para promover ninguna ideología políticamente controvertida”.
España se impuso por 2-1 a Inglaterra en la final de la Eurocopa el pasado domingo. Cabe recordar que Gibraltar es colonia británica en virtud del Tratado de Utrecht de 1713, por el que España cedía la ciudad y el castillo, pero no el istmo ocupado, de ahí que reclame su devolución así como una negociación con Londres sobre la soberanía del Peñón.
La polémica se produce en plena negociación entre Bruselas y Londres sobre la futura relación de Gibraltar con la UE tras el Brexit. Tras más de dos años de conversaciones, el acuerdo aún no se ha materializado, si bien la llegada de los laboristas a Downing Street el pasado 4 de julio ha abierto nuevas expectativas aunque por ahora no hay fecha para la reanudación de los contactos.