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Июль
2024

Mentiras disfrazadas

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Ellos saben que una buena cantidad de ciudadanos se conforman con leer el título —más uno o dos párrafos— para darse por informados. Entonces, bautizan sus estrategias con nombres cortos y cantinflescos, que dan a entender un fin totalmente contrario a lo planeado.

¿Recuerda qué bonito sonó “Sinart: democratización de la pauta”? La conclusión de una investigación legislativa de nueve meses es que se manoseó la palabra democracia para favorecer con contratos publicitarios a los medios que se prestan para adular al gobierno.

Lo mismo ocurre con la apodada “Ley jaguar para impulsar el desarrollo de Costa Rica”. ¿Desarrollo? Quizás el de unos cuantos, ya que daría luz verde a los contratos públicos a dedo. Es más, con desfachatez, el texto se cantinflea al prometer el “fortalecimiento” de la fiscalización, cuando en realidad debilita a la Contraloría General de la República, la aparta para que los políticos de turno decidan sin trabas a quién asignan los contratos. Así de simple.

Estos títulos constituyen desinformación, mentiras disfrazadas. Hay una frase muy controvertida, cruel, pero lastimosamente cierta: “El demagogo es quien predica doctrinas que sabe que son falsas a personas que sabe que son idiotas”. Se le atribuye al periodista estadounidense Henry L. Mencken (1880-1956) y hoy calza con el discurso que se vende a los que solo leen títulos.

¿Recuerda este: “Ruta de la Salud. Menos espera, mejor servicio”? El 7 de noviembre se anunció un fondo de ¢200.000 millones como la salvación para sepultar las listas de espera en la CCSS. El costoso acto acabó en nada. Pasada la ceremonia de golpe y efecto, el dinero irá a otro plan: la construcción del hospital de Limón. Quienes vieron el titular quedaron convencidos de que hay acción contra las listas de espera. ¡Cayeron! Así, hay más, como la “Ruta de la Educación”, dada a conocer en febrero del 2023 y que aún no sale de la mente de la autora.

Moraleja: entre tanta manipulación del mensaje, resulta vital no quedarse en los títulos. Hay que avanzar en el texto, cuestionar y, sobre todo, ampliar la diversidad de medios de comunicación para contrastar versiones. Ah, sépalo: las redes sociales no informan; desinforman. Ellos lo saben. Por eso las promueven.

amayorga@nacion.com

El autor es jefe de Redacción de La Nación.