Caso Cerro Muriano: la unidad de Operaciones Especiales de la Escuela Militar afirma que el cruce del lago debió hacerse por la zona donde dieran pie
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El Juzgado Togado Militar Central número 2 ha analizado este martes el informe elaborado por el Departamento de Operaciones Especiales de la Escuela Militar de Montaña de Jaca (Huesca) dentro de la causa abierta por la muerte de dos militares el pasado 21 de diciembre en el cruce del lago en Cerro Muriano en que concluye que para atravesar el lago debería haberse hecho «por una zona en la que no se dejara de hacer pie , dado el posible nivel del personal y para evitar exposición excesiva a la temperatura del agua«. Este informe pericial, al que ha tenido acceso ABC, y que obra en la causa, pone en entredicho la decisión del capital del ejercicio investigado junto a otro siete militares -entre ellos cuatro mandos aforados- porque a su juicio «para la mayoría de los participantes podría ser la primera actividad de este tipo con un componente de estrés elevado en este medio por lo que hubiera previsto con antelación del paso táctico del río una sesión de natación en piscina para conocer el nivel de cada uno, con uniforme pero sin botas ni calcetines«. Otra de las propuestas de este equipo especializado de Montaña y Rescate para afrontar la prueba era «explicar los procedimientos elegidos a los militares, y en caso de la mochila de combate, su uso como elemento auxiliar de flotabilidad , y donde se podrían dar cuenta las condiciones de estanqueidad de las mismas y poder corregirlas si no presentaban esa característica«. En cuanto a los días previos a la prueba, a juicio de Operaciones Especiales, «debían haber habido un montaje del sistema de seguridad en el lago y su comprobación, y con dos cuerdas soportes estáticas independientes, de modo que podrían cruzarse como binomios, cada uno a un lado de las cuerdas, sin molestarse«. La cuerda, además, a juicio de estos especialistas, «debería estar tensa con anclajes específicos para que quedara a una altura del agua del lago entre los 15 y los 30 centímetros. Proponen además la colocación de cuerdas dinámicas del doble de la superficie, es decir, en torno a 400 metros de larga«. A modo de resumen, explica este informe remitido al togado militar, «se montarían dos sistemas teleféricos independientes con una única cuerda soporte cada uno de ellos en lugar de dos«. En este mismo apartado de conclusiones este departamento militar del Ministerio de Defensa considera que »las cuerdas soporte servirían para que el individuo pudiera agarrarse y mantenerse a flote en caso de verse superado por el estrés o perder la ayuda de la mochila o incluso para tirar y ayudarse a avanzar«. Mediante esas cuerdas, abundan estos especialistas, «se podría traer a un individuo hacia cualquiera de las dos orillas tirando la cuerda , deslizándose el susodicho sobre la cuerda soporte«. A partir de ahí deberían comprobar a juicio de estos especialistas militares «el sistema de tensado y retención» y, « comprobar que las mochilas flotaban antes del ejercicio porque estos tenían poca experiencia , así como esas cuerdas binomios, el paso debería ser lento y con no más de dos militares en el agua, y que los militares contaran con una muda completa seca para el finalización de la práctica«. Además, en caso de contar con una embarcación de seguridad, este experto militar de Operaciones Especiales hubiera planteado que «aquel personal identificado con capacidad suficiente para nadar con seguridad cruzara el vaso en paralelo al sistema de seguridad y a un único lado del mismo«. Otra de las medidas que propone al juez togado para adoptar en el cruce del lago es «en caso de contar con chalecos de flotabilidad él hubiera mantenido las medidas de seguridad desarrolladas anteriormente al tratarse de personal novel«. Hubiera sido, asegura en el informe pericial, »una medida mitigadora y sobre todo psicológica para el personal ejecutante. Con una unidad veterana, si se podrían haber suprimido las cuerdas, apunta el informe presentado ante el juez togado«. Las conclusiones se han alcanzado atendiendo a «la documentación que obra en los diferentes procedimientos y manuales militares« donde se relatan aquellas actividades e hitos destacados realizados durante el Curso de Operaciones Especiales en condiciones similares a las que tuvieron lugar el día del accidente como qué material de cuerda se utiliza, o que esta »debería ir atada al pecho del primero de los hombres y asegurarse a una cuerda«. Además, en cuanto a apoyo sanitario en un tipo de prueba similar, de paso de ríos, de manera genérica, apunta se precisa un SVB (Soporte vital básico), un conductor de ambulancia, formación sanitaria de tropa nivel 3, enfermero o médico en apoyo directo , es decir, «dar cobertura sanitaria a las actividades de riesgo que se realizan todos los años». Debería además, a tenor de las circunstancias, «contar con al menos dos vehículos ligeros mas para posibles evacuaciones leves «. En este mismo informe, el ponente expone cómo dentro de los denominados Cursos de Operaciones Especiales de la Escuela de Jaca los militares reciben formación de perfeccionamiento, con varias prácticas y pruebas relacionadas con paso de cursos de agua, la mayoría en condiciones extremas de frío y cansancio . Todos ellos debe haber superado la prueba de suficiencia acuática, es decir, con uniforme, sin calcetines ni botas -al contrario que los militares de Cerro Muriano durante el cruce del lago- para ver tanto soltura técnica como mental para afrontar esas prácticas.