Una española que vive en Japón explica cómo es su día a día en un pueblo de este país: «Quiero venir aquí cuando sea abuelita»
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El estilo de vida varía en función del país en el que nos encontremos. Por ejemplo, no es lo mismo estar en España que en Francia, Alemania o Estados Unidos. Existen muchos choques sociales y culturales entre unos territorios y otros. En cualquier caso, pasar un periodo de tiempo en otros lugares del mundo nos nutre de nuevas experiencias y lecciones. Son muchos los españoles que muestran en redes sociales estos contrastes y diferencias. Este es el caso de Nuriape , una española con ascendencia asiática. En concreto, la joven se ha ido unos días a su pueblo de Japón , donde viven sus abuelos. A través de un vídeo , ha enseñado cómo es su día a día allí. Nuriape se levantó a las 04.00 horas . Dice que de normal no se despierta tan pronto, pero anoche se quedó dormida a las 20.00 horas. Como era tan temprano, decidió salir a correr. Según se ve en las imágenes, el sol ya ha salido por completo . «Fui a corretear un poquito entre los campos de arroz y luego a darle los buenos días a mis abuelos», explica. Tras hacerles una visita a las 06.00 horas, regresó corriendo a casa de su madre. «¡Qué calor hace! ¡Me estoy quemando!» , se quejó. Tras la carrera, se dio una ducha en lo que ella llama «el baño de Sin-chan». «Olía a animal en peligro de extinción» , detalla. Nuriape indica que ayudó a su madre a hacer la comida , «vigilando un poco el asunto». En concreto, cocinaron un plato de carne, setas, cebolla y un poquito de arroz. Tras hacer la digestión, sus abuelos pasaron a recogerla y juntos hicieron la compra. «Mirad aquí lo pequeños que son los carritos de la compra. Como la gente es tan petit y tan baja los hacen a su medida », aclara. Una vez terminaron las tareas, volvieron a la vivienda para descansar y ver la tele. La joven explica que después de la merienda se fue con su abuelo a jugar a golf . «Miradle a sus 82 años», dice a cámara orgullosa. La española señala que a ella no se le da demasiado bien. «Sentarse, oír, ver, callar y animar», sostiene. Por último, preparan una cena con las sobras del día anterior. « Como buenos japoneses, se aprovecha todo . Se le pone bien de carne, bien de arroz, bien de huevo... Un buen mejunje que estaba buenísimo». Antes de poner fin al día, se dio otra ducha y se quedó a dormir con sus abuelos. «Me dejaron preparado el futón. Es mucho más cómodo que una cama », asegura. Nuriape afirma que le gustaría vivir aquí «cuando sea abuelita» .