Por qué hay más infidelidades en verano y qué se buscan en ellas
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Si la primavera la sangre altera, entonces no hablemos del verano... A medida que pasamos más tiempo al aire libre y nuestro círculo social aumenta, también nos mostramos con menos ropa y eso hace que muchos desvíen su atención a otras personas. Estos serían solo tres de muchos factores que explicarían por qué durante los meses de junio, julio y agosto se producen más infidelidades. El verano es sinónimo de vacaciones y calor , pero también parece encenderse la chispa de las infidelidades . Muchos aprovechan para descansar, disfrutar del tiempo libre y hacer todo aquello que no pueden durante el ritmo frenético de su día a día y disfrutar de los placeres de la vida donde se encuentra el sexo. El calor estimula la producción de oxitocina, endorfinas y serotonina que provoca un aumento en el deseo sexual. De la misma forma, las altas temperaturas causan la vasodilatación de las fibras musculares y se produce mayor aumento del flujo sanguíneo a los genitales. Se libera más testosterona y estrógenos que mejoran la libido y excitación. Y junto a todos estos cambios hormonales y físicos el ambiente colabora a que se propicien los encuentros sexuales , lo cual provoca un aumento del deseo. Y no solo la temperatura es un aliciente para disfrutar del sexo_ el cambio de escenario facilitará el aumento de la libido, se dispone de más tiempo para cuidarte y vestirte de un modo seductor y atractivo y provoca que te fijes más en los demás y los otros en ti. Tal como indica Silvia Sanz, psicóloga experta en relaciones de pareja, quizás todos estos factores provocan un aumento de las infidelidades en verano más que en invierno. «Durante el verano solemos tener más interacción social, salimos más, realizamos más actividades al aire libre y por lo tanto existen más oportunidades de conocer a nuevas personas que aumentan nuestra tentación de ser infiel», dice. Hay estudios que indican que la luz solar y el buen clima pueden afectar al estado de ánimo y que nos sintamos con más predisposición a tomar riesgos con la posibilidad de tener una aventura sexual. Aunque la infidelidad se puede producir en cualquier estación del año, es cierto que el verano puede aumentar las tasas. Por otra parte, el ser infiel no solo es cuestión de la temperatura, del tiempo libre o las hormonas, es una cuestión de actitud y de voluntad para desear no romper el pacto de fidelidad con tu pareja, analizando los costes y beneficios que podría tener para la relación o para uno mismo. La experta en relaciones de pareja lo tiene claro: tanto hombres como mujeres tienen la misma propensión a ser infieles, aunque es cierto que cada género dispone de motivaciones diferentes. «Para los hombres la novedad sexual es un aliciente para dar el paso hacia la infidelidad. En cambio las mujeres suelen tener motivos más emocionales, quizás buscan una atención o conexión emocional que no encuentran en su relación», comenta Hay estudios que reflejan que el 20-25% de los hombres casados han tenido una aventura extramatrimonial frente al 10-15% de las mujeres. (Instituto Kinsey). Aunque estudios más recientes plasman que las generaciones más jóvenes como las «millennials» tienen un porcentaje equitativo entre hombres y mujeres. Actualmente, ambos géneros tienen las mismas facilidades para ser infieles ya que la independencia económica o la movilidad laboral que facilitan viajes o escapadas pueden facilitar la infidelidad. Pero más que ser una cuestión de género, quizás un factor que puede influir en la probabilidad de ser infieles «son las crisis vitales que sufren las relaciones en la mediana edad, cuando las cargas de trabajo, hijos o rutina generan una brecha en la pareja», concluye la experta. Si esta psicóloga es conocedora de los motivos que pueden llevar a alguien a ser infiel, Ashley Madison, la app de citas con la mentalidad más abierta del mundo ha publicado su famoso mapa de las ciudades más infieles. Este identifica y enumera en un ranking los municipios de España donde más personas buscan relaciones fuera de su matrimonio, basándose en los datos de sus usuarios y la concentración de infieles en relación con la población de cada ciudad. Este año, Girona se alza como la ciudad más infiel del país, consolidándose como el epicentro de la actividad extramatrimonial a nivel nacional. Barcelona se queda en el segundo puesto, después de haber llevado la distinción de la ciudad más infiel el verano pasado, y Granada se coloca por primera vez en el pódium en tercera posición.