El plante de los empresarios y la posición de Moncloa fuerzan a Díaz a volver a negociar la reducción de jornada
El Ministerio de Trabajo ha decidido obviar el ultimátum que él mismo lanzó y volverá a sentarse con los agentes sociales para intentar reconducir la negociación de la reducción de la jornada laboral, tras una semana de enfrentamientos y rupturas entre Ministerio y patronal, que culminó con un durísimo manifiesto de Cepyme contra el «monólogo» de Yolanda Díaz en la negociación, que logró dos objetivos: abrir fisuras en el Gobierno y que Moncloa impulsara un acercamiento que permita abordar una nueva propuesta de regulación.
A pesar de que las organizaciones empresariales decidieron no presentar propuesta alguna por escrito en la reunión del pasado 1 de julio, aduciendo que «ya hemos presentado todas nuestras posiciones y han sido rechazadas sin consideración por el Ministerio», Díaz ha anunciado que llevará hoy a la mesa de negociación una nueva propuesta, dirigida fundamentalmente a CEOE, con el fin de atraerla hacia al acuerdo.
Aunque no han trascendido cuáles serían estas concesiones «por respeto a la mesa de negociación», fuentes gubernamentales manifestaron a LA RAZÓN que estarían en línea con lo señalado esta semana por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que apuntaba a «flexibilizar los plazos de aplicación y a aumentar las bolsas de horas en algunos sectores», como reclamaban desde la CEOE.
Eso sí, Díaz advierte de que no se acometerá una «reducción de jornada fake». «Si la propuesta que hace el señor Garamendi es que aceptan reducir 37 horas y media a cambio de ampliar las horas extraordinarias a 150 horas, ya les digo yo que eso no va a ser posible».
Sobre la negociación sobrevuelan las advertencias de las pymes de convocar un paro patronal y de negarse a firmar cualquier acuerdo que perjudique sus intereses. Cepyme denunció en su manifiesto el «intervencionismo y hostigamiento» del Gobierno a los empresarios y rechazó su política «persecutoria e incriminatoria» hacia a las empresas.
«La reducción de jornada es solo el último ejemplo de cómo el Ejecutivo actúa de manera unilateral, sin evaluar sus medidas y perjudicando a la empresa. Está demostrándose que hay poco espacio para la empresa privada ante un Gobierno que adopta tesis comunistas. Negociar en estas condiciones resulta muy difícil, a veces hasta nos parece estéril», alertó el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva.