El nuevo 'think tank' de Ferraz guiará la ley, que Moncloa negocia ya con sus socios
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El presidente del Gobierno , Pedro Sánchez, apadrinó ayer la puesta de largo del patronato de la Fundación Avanza, el 'think thank' que ha decidido impulsar para dar la batalla de las ideas en el ámbito de la izquierda. Rodeado y precedido en el uso de la palabra de los miembros de ese patronato, varios de ellos habituales de las tertulias de televisión , Sánchez no dudó en volver a denunciar un supuesto déficit de comentaristas de ese perfil ideológico. «Cuando uno se asoma a los platós de televisión, dice: 'bueno, y dónde está ese más del 30% que representan los progresistas en esa opinión publicada, ¿no?'». Una situación que, según dijo, «también ocurre en el ámbito de las ideas» y que daría propósito fundacional a Avanza, ya que a su juicio «hay una opinión pública que abraza las ideas progresistas pero que no se siente reconocida, que no se siente reflejada, que no se siente representada en esa conversación de la llamada opinión publicada». Este proclamado «laboratorio de ideas de progreso» en la órbita del PSOE, que continúa la estela de la Fundación Pablo Iglesias o de la Fundación Alternativas, guiará la filosofía o los pasos a seguir en el plan de regeneración que desde su amago de dimisión en abril, después de la investigación judicial abierta a su mujer, anunció el propio Sánchez, y del que el mismo jefe del Ejecutivo dará detalles en una comparecencia ante el Congreso de los Diputados el próximo día 17. Sánchez le dejó claro al patronato de Avanza su papel como abanderado intelectual de la acción del Gobierno, cuando dijo que «para nosotros, aquellos que estamos ahora mismo en el ámbito de las responsabilidades políticas, sin duda alguna, toda la tarea, todas las ideas, todas las propuestas y reflexiones que vosotros y vosotras haréis no caerán en saco roto, sino que serán guía para orientar muchas de las decisiones que tomemos». En ese sentido, el patronato del nuevo 'think thank' ha puesto en marcha ya un grupo de trabajo específico para abordar todo lo relativo a los «riesgos de la desinformación». Recordando una conversación con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, Sánchez relató cómo el mandatario de aquel país le comentó que «las familias progresistas no tenemos respuestas a cómo hacer frente al avance de la ultraderecha. Y yo creo que es verdad, que no tenemos todavía las recetas para hacer frente a las mentiras que de manera tan impúdica por ejemplo el otro día Trump , en un debate de los candidatos presidenciales, vertió sobre el candidato demócrata», señaló sobre el cara a cara con el presidente de EE.UU., Joe Biden. Al margen de los propósitos del PSOE y de su órbita intelectual, el plan de regeneración y la pretensión de embridar a lo que el propio presidente define como «pseudomedios» o «tabloides digitales» , debe aún concretarse. La pretensión es modificar sustancialmente la regulación de la publicidad institucional que, a juicio de Moncloa y como el propio Sánchez ha manifestado, permite a algunos medios sobrevivir «sin lectores», únicamente engrasados con cargo al erario público. El PSOE quiere fijar topes a esa publicidad institucional, que no sólo reside en la administración autonómica o local, como enfatizan estos días los socialistas, sino también en el Gobierno central. Recientemente ABC desveló un documento de trabajo del Ministerio de Transporte, cuando el titular del departamento era José Luis Ábalos , en el que se condicionaba la publicidad de ese departamento, el de mayor inversión pública, al tratamiento informativo que cada medio en concreto hiciese del caso Delcy, la vicepresidenta de Nicolás Maduro. Los socios le piden a Moncloa mayor concreción e incluso ampliar el proyecto a medidas para limitar el trabajo de los jueces, como ha reclamado esta misma semana Sumar.