"El mejor remedio para las crisis es el crecimiento"

El crecimiento es, en ocasiones, riesgoso. Incluso, puede generar miedo. Si bien es un sentimiento humano, el miedo no es aconsejable en el mundo de los negocios. César Litvin, CEO de Lisicki Litvin, una firma de servicios empresariales que, aunque ahora emplea a más de 500 personas, en sus inicios estuvo conformada por ocho colaboradores, aseguró que "el que se paraliza por los riesgos, no crece".

El ejecutivo recordó que la firma que nació hace 30 años como un estudio contable y sólo dos unidades de negocios, hoy tiene más de 20 áreas de servicios empresariales y cuenta con sedes en diferentes puntos estratégicos del país como Rosario, Córdoba, Mendoza, Corrientes, Salta, San Luis y Vaca Muerta.

"Llegamos a esto con mucha confianza, innovación e inversión. Nos reformulamos con una visión estratégica y tratamos de entender que el mejor remedio para las crisis es el crecimiento. La crisis se enfrenta con más crecimiento", aseguró Litvin.

Y siguió: "Hemos tenido varias crisis durante estos 30 años. De hecho, crecimos en medio de la crisis, nos dio oportunidades, como la posibilidad de innovar, de tomar más servicios, de instalarnos en distintas provincias".

Hoy, según su CEO, la firma tiene nuevos proyectos para seguir creciendo. "Creemos que no tenemos límites para el crecimiento", comentó Litvin. Sin embargo, reconoció que la visión estratégica del negocio es indispensable para proyectar un cambio.

"La visión estratégica es la hoja de ruta. Tiene que ser clara, bien comunicada, y tiene que generar adhesión. A su vez, tiene que estar proyectada hacia el futuro, no quedarse ni en el presente, ni en el pasado. Hay que reconfigurarse permanentemente. La Argentina es un país muy cambiante, sus normas cambian mucho. Desde ese punto de vista, la visión estratégica es imprescindible", expuso el ejecutivo.

En este sentido, explicó cuáles son las habilidades necesarias para ser un buen líder y generar compromiso en una empresa: "Nadie nace CEO, y nadie nace líder. Es algo que se aprende todos los días. Tiene que ver con la experiencia, con la trayectoria y con la capacidad de escuchar, de innovar y de motivar. El líder tiene una misión muy importante, ya que es el espejo que toda la organización mira. Por eso, tenemos que dar el ejemplo".

Y agregó: "El líder tiene que saber apreciar cuáles son las fortalezas y debilidades de cada colaborador y tratar de encauzar las tareas en función de esos talentos. Tiene que haber una visión estratégica muy importante". El número uno sumó, además, que "al talento hay que agregarle condimentos como el esfuerzo y la pasión. Con esas cualidades, se puede disfrutar la actividad y es eso es lo que hay que transmitir. La pasión es compromiso, es inspiración. Cuando uno emana esa actitud y ese esfuerzo, hace que los colaboradores te sigan, te imiten".