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Июль
2024

Principio del fin de la CCSS

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La reventa de medicamentos marcaría el principio del fin para el cual fue creada la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). El plan, puesto en marcha sin mayor consulta pública y basado en estudios que domina solo la cúpula, desmantelará el propósito esencial: cuidar, brindando servicios de calidad, la salud de los ciudadanos.

Todo parece ser producto de una ocurrencia. Así será, al menos, mientras la CCSS no informe abiertamente de dónde saca números tan optimistas ni pruebe, con transparencia, cómo técnica y comercialmente llegó a conclusiones tan contundentes para deducir que con la reventa de medicamentos las farmacias privadas venderán a precios más bajos. ¿Qué lo garantiza? ¿Cuánto disminuirán? ¿Cómo se logrará que las 1.376 farmacias reduzcan los costos para vender más barato?

Incluso, la estrategia de montar puntos de venta propios de la CCSS es también sumamente cuestionable, porque la institución entrará a vender a los asegurados lo que debería entregarles sin ningún pago, ya que con las cuotas están cubiertos. Al final, todo se resume a que quienes cotizamos tendremos que gastar dinero para comprar medicinas que la seguridad social debería darnos.

El proyecto conlleva meter a la CCSS en el comercio, un modelo que le hará perder su enfoque en el asegurado. Por ende, implicaría una degradación en la atención de la salud de los ciudadanos. En la práctica, habrá un efecto devastador porque la CCSS, que de por sí ya anda alejada de sus objetivos, desviará más recursos humanos y económicos al tratar de competir con las farmacéuticas a las que compra a gran volumen.

Antes de convertirla en revendedora de medicamentos a los propios asegurados, los miembros de la Junta Directiva (de gobierno y patronales que aprobaron el plan) deben preocuparse por lo esencial: reducir las listas de espera. Eso sí es grave, porque no para de crecer, y la otra estrategia anunciada en noviembre da señales de ser un fiasco.

También es crítica la infraestructura hospitalaria. Por el deplorable estado de clínicas y hospitales, se requiere inversión. De ahí que lo primordial sea, en vez de ocurrencias, que se enfoquen en mejorar el servicio humano y médico que debe recibir cada paciente.

amayorga@nacion.com

El autor es jefe de Redacción de La Nación.