Multas por ley a las universidades en la Comunidad de Madrid por escraches u ocupaciones
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Una nueva Ley de Enseñanzas Superiores, Universidades y Ciencia está a punto de ver la luz en Madrid: su borrador estará listo este mismo mes, y en septiembre se quiere sacar a información pública, para llevarla a fin de año a la Asamblea. En ella, se regularán las universidades privadas y, por primera vez, las escuelas de negocios; se establecerá el distrito único de prácticas, que incluirá a la FP superior; y se establecerán sanciones para las universidades frente a casos de vandalismo, escraches u ocupaciones. El consejero de Educación, Emilio Viciana, lo explicaba así: «Las universidades públicas deben ser espacios de libertad y libre debate, pero nos preocupa que haya protestas que impiden el acceso de los estudiantes a las clases». Por eso quieren establecer una gradación de faltas que lleven aparejadas sanciones, unas monetarias y otras en forma de apercibimientos o llamadas de atención. Puso como ejemplo Viciana las recientes acampadas contra la guerra de Gaza en la Universidad Complutense: «Son una forma de manifestarse y no hay problema con ellas, pero cuando se corta la vía pública o se invaden edificios y se cierran, están alterando el funcionamiento de las universidades». Al mencionar él mismo los escraches, inmediatamente vino a la mente la escena de la presidenta Isabel Díaz Ayuso en la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, que se vio envuelta en medio de un escrache cuando fue a recoger su distinción como alumna ilustre. Otros muchos políticos han sufrido escraches en esta y otras universidades. El consejero evitó entrar en el debate: «Lo que queremos es que la actividad de la universidad se mantenga». Sobre si este cuadro de sanciones podría chocar con la autonomía universitaria, el consejero recordó que «esta es un concepto jurídico amplio, pero no ilimitado». Las sanciones las abonarían las universidades, que son las que deberán garantizar que se conjugan todas las libertades y se mantiene la actividad y el funcionamiento de los centros. La nueva Ley de Universidades también recoge un distrito único de prácticas, de manera que todos los estudiantes de universidades y de Formación Profesional de grado superior puedan acceder a las mismas. «Queremos dirigir y coordinar ese sistema de prácticas para garantizar que se cubren», explicó el consejero. Además, la norma también regulará el funcionamiento y características tanto de las universidades privadas como, por primera vez, el de las escuelas de negocio, y también las universidades online. Esto incluirá, señalan en Educación, tanto regular los niveles de exigencia y de calidad como equiparar los niveles de exigencia. Mantiene también la nueva norma que para ser rector hay que ser catedrático. La Consejería de Educación trabaja en la puesta en marcha de un sello «sin pantallas» en los colegios de Educación Infantil y Primaria de la Comunidad que lo deseen. La región ya prohibió en 2020 el uso de móviles en los centros escolares, pero ahora también se quiere que los colegios que así lo decidan, prioricen el uso de libros de texto en papel y la escritura a mano. Ello no impedirá, no obstante, que los profesores utilicen el acceso a internet para sus clases, o permitan la presentación de trabajos en pizarras electrónicas. El próximo curso se van a abrir tres nuevos centros de Educación Especial, y también será el primero en que se prolongue la estancia de los alumnos en estos centros hasta los 22 años, una petición de las familias. Aunque la Historia de España se va a impartir en castellano, y no en inglés, el consejero de Educación afirma que esto no supone una marcha atrás en el programa de bilingüismo. Es más, ha anunciado nuevas optativas en lengua extranjera, y una asignatura de «Hitos y héroes de la cultura en Inglaterra» que permitirá utilizar, para la instrucción de los estudiantes, todo tipo de medios como vídeos, películas, etcétera. Lleva tiempo la Consejería de Educación madrileña en pleno conflicto con los sindicatos docentes a cuenta de la vuelta a la jornada lectiva anterior a la ampliación que se hizo de la misma en la crisis de 2011. Los sindicatos reclaman volver a las 18 horas semanales para ESO y a las 23 para Infantil y Primaria, como ha ocurrido ya en todas las demás comunidades autónomas. Pero el consejero Viciana recuerda que esta petición es muy costosa, económicamente, y que ya se está haciendo un esfuerzo suplementario para la reducción de ratios que se lleva a cabo en las aulas madrileñas desde hace tres años. Es por ello que ha habido varias jornadas de huelga, y se mantienen reuniones con cierta frecuencia en busca de una solución. Viciana aseguró ayer, durante su balance del primer año en el cargo, que «se está trabajando en las 18 horas con los sindicatos, pero no es sencillo. Queremos dar una respuesta que se refiera a esas 18 horas, no a otra cosa distinta, pero mientras les pedimos no dejar de lado otras cuestiones importantes». Cinco nuevas escuelas infantiles públicas va a abrir la Comunidad de Madrid el próximo curso. Estarán ubicadas en los distritos de Villaverde, Hortaleza, Villa de Vallecas, Vicálvaro y Arganzuela. Supondrán ampliar la oferta educativa con 930 plazas más de 0 a 3 años, y se han invertido 17,5 millones de euros en construirlas. Este miércoles, el consejo de Gobierno va a crear jurídicamente los centros, y les dará nombres relacionados con la literatura, de autores o de personajes de novelas y romances. La escuela infantil de Villaverde se denominará Juan Latino, en honor a este poeta y humanista del Renacimiento español, también conocido como Juan de Sessa, primera persona de raza negra que recibió estudios universitarios en Europa y que alcanzó una cátedra de Gramática y Lengua Latina en la Universidad de Granada. El nuevo centro de Hortaleza se llamará Mudarra, un personaje que aparece en diversos romances, entre ellos en el cantar de gesta 'Los Siete Infantes de Lara'. La de Villa de Vallecas se denominará Preciosa en honor a uno de los personajes de la novela 'La Gitanilla' de Miguel de Cervantes. La del distrito de Vicálvaro se llamará Conde Niño, como el romance anónimo que fue llevado a la canción por el músico Paco Ibáñez. Por su parte, la escuela de Arganzuela tomará el nombre de Mowgli, el inolvidable niño protagonista de la novela de Rudyard Kipling 'El libro de la selva'.