¿Cuál es el significado oculto de una botella en el techo de un coche aparcado?
De la misma forma que el extranjero puede sorprenderse por
algunas de nuestras costumbres, como lo de tener una pata de jamón en la cocina
o lo de echarnos una pequeña siesta siempre que nos es posible, (…); también
existen algunas prácticas que pueden parecer extrañas desde nuestra perspectiva
y que son, en realidad, parte integral de la identidad cultural de otros
lugares. Una de estas peculiares costumbres que llama mucho la atención de los
españoles tiene lugar en Argentina.
Al parecer, cuando uno pasea por las calles y avenidas del
país, es común encontrar botellas de agua en los techos de los coches. En
nuestro país, asumiríamos que esto sucede porque algún peatón perezoso no quiso
llevar la botella de plástico en la mano hasta encontrar un cubo de la basura y
que, por pereza, la dejó en el lugar más cómodo y accesible, que en este caso
sería el techo del coche que tenía al lado.
También podría haber sucedido que alguien dejase la botella
para poder utilizar ambas manos y que, por algún motivo, se hubiese distraído…
quedando la botella en el techo de un coche cualquiera. Sin embargo, ninguna de
estas habría sido la respuesta dada por los argentinos. En realidad, esto que
puede parecer un acto aleatorio para el observador casual, cualquier argentino
reconoce de inmediato que el propietario tiene la intención de venderlo.
¿Por qué los argentinos colocan botellas en los techos de los coches?
Según cuentan en un artículo de El País Motor, esta práctica se remonta a los años 40. En aquel momento, la Dirección General Impositiva (DGI), precursora de la actual Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), introdujo un impuesto sobre la venta de coches usados.
En respuesta, los argentinos tiraron de ingenio y adoptaron
un 'código visual' para que la transacción quedase entre comprador y vendedor…
y no llegase a oídos de las autoridades. Así, dejar una botella en el techo del
coche se convirtió en una señal discreta de que el vehículo está en venta y
que, los interesados pueden acercarse a preguntar los detalles y negociar el
precio.
Esta singular costumbre, aunque pueda parecer extraña, ha
demostrado ser una solución efectiva y económica para vender coches usados en
Argentina. Tanto es así que, aun a día de hoy, cuando los vehículos de segunda
mano se pueden anunciar fácilmente en sitios web, esta tradicional práctica
argentina persiste y la botella en el techo sigue siendo un letrero reconocible
y efectivo para atraer a posibles compradores.