Kroos: el arte de cortarse la coleta
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Arrastrarse en Arabia, inflarse a ganar dinero en Qatar, perder la dignidad en China o, peor aún, irse a Miami como un hortera a pegar pases de cuarenta metros que nadie recibirá porque, para que comprendan tu dedito, necesitan un anuncio previo, una traducción a yardas y un burofax. No son más que otras formas de estirar el meñique ante la vida. Frente a ello, la dignidad, el silencio, el adiós tranquilo y desafectado de un hombre que se va jugando una final tras la cual ya no habrá nada. Es el acto de mayor elegancia posible: retirarse a tiempo, justo en el momento que comienzas a sospechar que un minuto más sería intolerable. No hace falte que lo sepa... Ver Más