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Май
2024

El infierno griego que le espera al Madrid en Berlín

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Abc.es 
«Malaka», insulto amistoso por excelencia en griego, como nuestro «cabroncete», es la palabra más repetida por las calles de Berlín, majestuosa sede de la inminente Final Four de la Euroliga. Vuelve el mejor baloncesto al corazón de Europa tras las últimas ediciones de Belgrado y Kaunas, crudo y fascinante extrarradio donde se reza bajo canastas. Mucho más sobria y ajena que las ciudades serbia y lituana se presenta la capital alemana, con buen tiempo, su atractiva vida cosmopolita, capaz de mezclar restaurantes vietnamitas con los restos del famoso muro, y mucho más pendiente sus transeúntes de la final de la Copa germana de fútbol del sábado que de los astros baloncestísticos que emergen de entre sus calles. Pero son las hordas de bárbaros que llegan desde el este las que le están dando color al evento. Y «Malaka» es su saludo de guerra. Cuando uno lleva unas cuantas Final Four en la mochila se da cuenta de que son los aficionados griegos, para bien y alguna vez para mal, los que colorean el esprint final por el título. En anteriores ediciones, el Olympiacos y su hinchada daban vidilla a la previa con sus gritos y ferviente devoción, pero no tenían oposición sobre el asfalto, necesitados de su enemigo natural para enseñar los dientes con ganas y no por obligación. Pero este año, el rojo característico del barrio ateniense de El Pireo se mezcla con el verde del norte de la capital helena, pues el Panathinaikos , némesis del Olympiacos, se ha clasificado para las semifinales por primera vez en 12 años. Y la movilización de ambos bandos para la ocasión es brutal. Noticia Relacionada Baloncesto estandar Si Causeur: «A la Final Four nos gusta llegar con el culo apretado» Pablo Lodeiro Fernández El francés atiende a ABC antes de las semifinales de Berlín, donde se medirá al Olympiacos Según la web 'Eurohoops', de las 17.000 butacas que tiene el Uber Arena , 4.500 estarán ocupadas por los rojos durante todo el fin de semana, mientras que los verdes ya se han hecho con 3.000. El Fenerbahçe turco y el Real Madrid , por su parte, contarán con 2.000 y 500 respectivamente, lo que deja un panorama perfecto para que los dos equipos griegos monopolicen el ambiente en Berlín. Y, de entre todos los protagonistas, será Kostas Slauskas el que más decibelios tenga que soportar. El legendario base, icono del Olympiacos durante la última década, mantuvo en secreto durante meses si renovaría o no con los de El Pireo para, ya con el mercado de fichajes abierto, fichar por el Panathinaikos. El recibimiento de los que fueran sus seguidores promete. Por todo lo anterior, estaba en todas las quinielas que fueran las aficiones helenas las protagonistas de algún incidente en las horas previas, pero fue el entrenador del Panathinaikos, el turco Ergin Ataman , y los hinchas del Fenerbahçe los que prendieron la mecha. A la llegada de los griegos a su hotel en el centro de Berlín, varios turcos se encararon con su compatriota, con actitud agresiva, y este, con una fama contrastadísima de provocador, aumentó el fuego haciéndoles gestos con las manos. El incidente fue a más porque tuvo que intervenir la policía alemana, y uno de sus miembros empujó a Ataman, lo que hizo que todo su cuerpo técnico se revolviese en el hall del edificio. «¿Dónde está la Euroliga y la seguridad?», se oía gritar a Ataman mientras los aficionados del Fenerbahçe se amontonaban en la calle. De hecho, los de Estambul tendrán el factor local, pues según estudios recientes hay cerca de 250.000 inmigrantes de origen turco en Berlín , y el Fenerbahçe es el equipo con más seguidores de su país de origen. «¡Pensé que estarías en la cárcel!», le dijo Sarunas Jasikevicius a Ataman durante el encuentro de entrenadores de ayer. Mientras los otros tres competidores abrazan la fricción, el Real Madrid , actual campeón y favorito para repetir gesta este año, se refugia bajo el balsámico discurso de Chus Mateo , hombre positivo donde los haya. El entrenador, con la Euroliga conquistada en Kaunas, opta en Berlín a sumar su segundo título continental, lo que le permitiría igualar a dos leyendas del banquillo blanco como Pablo Laso y Lolo Sáinz . Pero el madrileño no quiere oír hablar de récords o hazañas con el trabajo aún por empezar. «Ser favorito es favorable, pero nosotros en el vestuario no hablamos de ello, es algo más propio de los aficionados. Para levantar el trofeo debemos ganar primero a un gran equipo (Olympiakos) con un caballero en el banquillo (Bartzokas)», reconoció. Acompañado de Tavares, al que elogió como siempre y definió por decreto como mejor pívot de Europa, Mateo se detuvo con cariño para hablar del que seguramente sea el hombre de esta Final Four. Rudy Fernández se retirará a final de temporada, por lo que esta será la última vez que defienda la camiseta del su amado Real Madrid en la lucha por el trofeo más importante del curso. «Está muy motivado por esta misma razón, porque se va después del verano y vamos a intentar darle su último trofeo. También queremos hacerlo por Deck, que va a faltar por lesión». Tavares fue más contundente aún. «Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que Rudy se vaya de Berlín con la Euroliga».