Travesía de tradición y aventura: Ruta MTB desde Zarzuela del Monte
Hoy nos aventuramos por las vías agropecuarias y por los caminos que en el siglo pasado se conocían como “caminos de herradura”
Crónica: Ángel Sierra
Comenzamos el camino con ánimo, yo con la ilusión de liderar la ruta, ya muy trillada por mí y por “machoteros”, ausentes por lo temprano del inicio de la ruta, y de ver disfrutar a mis compañeros otro domingo más.
Tenía
en mente introducir algunas pequeñas variaciones según transcurriera la jornada,
pero se vería sobre la marcha. Dejamos atrás Zarzuela del
Monte y nos dirigimos hacia Vegas de Matute, rodeados de verdes
campos de cebada, tierras de labranza.
Llegamos por el camino de las Minas a las cercanías de la ruta de la Risca y del Puente de los Enamorados, sobre el río Moros, en dirección a Valdeprados. (Ver: Valdeprados, el encanto de lo sencillo). Allí hicimos parada para admirar, una vez más, la Casa-fuerte de los Condes de Puñonrostro y su imponente torreón, de sobra conocido y fotografiado por el grupo.
Enseguida nos ponemos en marcha hacía Ortigosa del Monte, dónde cuatro
gotas de agua de lluvia asustan a algunos y a otros parece importar poco. Diferente
será cuando entramos en la calleja que nos lleva a Otero de Herreros,
muy divertida de recorrer, aunque el agua nos sorprende al cubrir hasta los
ejes de nuestras ruedas. Muy conocido por los del
lugar y cercanías que esta zona suele tener agua y barro incluso en verano por
ser terreno arcilloso.
Con
el cielo amenazante, bajamos al río Moros y decido guiar a mis compañeros por una variante del trazado
previsto por el Molino de Matute, allá donde se coció cal
para el Escorial, para enfilar con rapidez hacia Vegas. Los
relámpagos y el tronar de la tormenta que se acercaba desde Adanero nos
alcanzaron, sorprendiéndonos a cuatro rezagados justo cinco minutos antes de
llegar a Zarzuela.