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Май
2024

La encrucijada de Milei

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El presidente Javier Milei ya ha cumplido cinco meses de gobierno, algo más de un décimo de su mandato. Puede ser prematuro cualquier balance sobre su gestión, pero sin duda ha logrado ser un centro de atención internacional en el mundo occidental, donde es percibido como un fenómeno novedoso y disruptivo.

Pero internamente parece encontrarse ante una encrucijada. Por un lado, no ha logrado todavía ningún avance parlamentario definitivo. Dos veces llegó a la media sanción de sus reformas económicas en la Cámara Baja, en febrero y en mayo. Pero hasta ahora no pasó de ahí. El primer proyecto lo retiró insatisfecho y el segundo (la Ley Bases) parece haber entrado en un escenario incierto.

Javier Milei

El Pacto de Mayo anunciado el 1° de marzo debía ser firmado el 25 de mayo por los gobernadores, pero se fue diluyendo en los tres meses transcurridos desde entonces. Los gobernadores fueron incluyendo nuevas temáticas, como la educación. A su vez, las demoras en la discusión de la Ley Bases llevaron tentativamente a trasladar la firma hacia el 9 de julio, la otra fecha patria.

Mientras tanto, la Casa Rosada pareció "enredarse" en prolongadas y a veces confusas negociaciones con la "casta política".

La nueva media sanción de Diputados pareció tener tres protagonistas: el ministro del Interior, Guillermo Francos, por el Gobierno; la ex vicepresidente Cristina Kirchner por la oposición; y Miguel Ángel Pichetto, por la llamada "oposición dialoguista".

Pero al trasladarse el escenario de negociación a la Cámara Alta, el rol de los gobernadores volvió todo más complejo. La cohesión oficialista se debilitó y la búsqueda una a una de adhesiones de senadores se fue extendiendo.

Paralelamente, tras la promisoria aprobación de los pliegos de embajadores políticos por parte de la oposición en el Senado, la nominación de nuevos candidatos para la Suprema Corte se vio empantanada.

Pero ahora la Casa Rosada parece mostrar más paciencia que en febrero. Esta actitud parece ir acompañada de una disminución de la expectativa oficialista respecto a los resultados de la Ley Bases y el Pacto de Mayo. Quizás el presidente Javier Milei, percibiendo las dificultades de negociar con la "casta política", ha decidido bajarle su precio.

Es que los mercados pueden comenzar a impacientarse. La Ley Bases fue presentada en abril como un renovado intento reformista, tras la frustración de febrero. Pero ahora la historia parece repetirse, con una media sanción inconclusa.

Los tiempos en política son fundamentales. A veces transcurren más rápido de lo que uno espera y otras sucede a la inversa. Para un presidente que puede ser calificado de hiperactivo, como Milei, la actividad resulta existencial. La inactividad, en cambio, implica un largo y peligroso letargo.

Camino al 9 de julio

Mientras tanto, transcurre su agenda internacional, que sigue sumando compromisos. En lo que resta de mayo, Milei pasó este fin de semana por España para participar del acto del partido Vox para la campaña de la elección al parlamento europeo. El líder de esta fuerza, Santiago Abascal, se manifestó a favor de Milei hace ya dos años atrás y el presidente argentino no lo olvida, aunque tenga que dejar a un lado el protocolo de la corona española.

Milei durante su discurso en Europa Viva 24

En junio tendrá una cita trascendental: asistirá como invitado de la región a la Cumbre del G7 (las siete economías más grandes con sistema democrático liberal), que se reúne en el sur de Italia. Giorgia Meloni, como presidente pro témpore del Grupo, jugó un papel decisivo para la inclusión de Milei en el encuentro. De acuerdo a la evolución de la dramática guerra de Ucrania, podría trasladarse a Kiev para expresar sobre el terreno su solidaridad con Volodimir Zelensky. Entre estas actividades habrá varios premios internacionales que recibirá Milei de fundaciones y organizaciones especializadas en la economía libertaria.

Este cronograma internacional le permitiría a Milei estar de vuelta en el país para el 9 de julio, fecha para la cual ya está postergando la firma del Pacto originalmente previsto para el 25 de mayo.

Muchas veces se ha discutido en la Argentina el tema de la doble fecha de la independencia. Pero pocas veces, como sucede ahora, la discusión sobre ellas ha estado tan imbricada en el devenir de la coyuntura política.

Con tiempos políticos normales, si el Pacto de Mayo se firmara el 25 de ese mes o el 9 de julio, no sería una diferencia sustancial. Pero para la ansiedad de los mercados puede parecer un plazo demasiado largo.