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Май
2024

El espía del CNI acusado de filtrar a la CIA colaboró con una agencia privada de inteligencia

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  1. Acusados de filtrar a la CIA
  2. Secuestros de pesqueros por piratas somalíes
  3. No se ha revelado su identidad
  4. Mensajes de Stratfor filtrados por Wikileaks
  5. En la lista de fuentes en África
  6. Un colaborador muy bien calificado
  7. Él también pedía información
  8. Información sobre Al Shabaab
  9. Otros países de África
  10. Stratfor, cantera de fuentes para la CIA
  11. Informes sobre Libia
  12. Sin respuesta del CNI
En 2009, los piratas somalíes liberan el atunero vasco Alakrana después de 47 días de secuestro en las cercanías de Somalia. Fuente | RTVE.

-- “¿Has oído algo de África Occidental sobre este tema? ¿Contrabando de armas iraníes a Casamance o AQMI? Gracias por cualquier idea sobre esa región, si es posible”.

-- “Estimado Mark, como sabes no es mi área de ‘responsabilidad’ pero tengo algo de información. No es muy interesante, pero... Hasta donde yo sé...”.

Las preguntas las hace Mark Schroeder, vicepresidente de análisis para África de la agencia de inteligencia privada estadounidense Stratfor, que ha sido definida como “una CIA en la sombra” o “una CIA privada.

Le responde quien oficialmente es diplomático de la Embajada de España en Etiopía, si bien realmente es miembro del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y está acreditado como representante ante el Servicio Nacional de Inteligencia y Seguridad, la agencia de espionaje etíope.

La conversación la mantuvieron por correo electrónico a finales de diciembre de 2010. Es uno de los miles de mensajes y archivos internos de Stratford que Wikileaks difundió en febrero de 2012.

Fuentes cercanas al CNI consultadas por Confidencial Digital señalan que el interlocutor español de esa conversación es el oficial de la Armada, miembro del Centro Nacional de Inteligencia, que fue detenido hace meses junto a otro agente del servicio, bajo la acusación de haber entregado información clasificada a la inteligencia de Estados Unidos, concretamente a la CIA.

Acusados de filtrar a la CIA

El diario El Confidencial.com desveló a principios de diciembre que un juzgado de instrucción de Madrid investigaba a dos miembros del CNI, acusados de desvelar información y documentos clasificados a oficiales de inteligencia estadounidenses que estaban acreditados en la Embajada de Estados Unidos en España.

De los dos detenidos, uno es un oficial de la Armada con treinta años de carrera, y el otro (subordinado del primero) tiene menor rango. El diario El País informó de que el primero, que continuaba en prisión provisional cuando El Confidencial.com sacó a la luz el caso, era un teniente coronel que dirigía el área de Rusia dentro del CNI.

Posteriormente se concretó que era capitán de fragata (el equivalente al empleo de teniente coronel) de la Armada.

Secuestros de pesqueros por piratas somalíes

En otra noticia sobre este miembro del CNI, El País desveló que “durante su carrera en el centro de español de inteligencia, que emplea a más de 3.000 agentes, el mando encarcelado ha participado en misiones sensibles, según quienes le conocen. Entre otras, la liberación del atunero vasco Alakrana, con 46 tripulantes, secuestrado por piratas somalíes en 2009”.

La misión en la liberación del pesquero español, que fue secuestrado en aguas del Océano Índico próximas a las costas de Somalia, es otro elemento que encaja con la actividad de ese agente español en África que muestra la información de Stratfor publicada por Wikileaks.

Durante los años de mayor frecuencia de secuestros de barcos por piratas en las aguas del Océano Índico próximas al Cuerno de África, el servicio de inteligencia siguió muy de cerca los incidentes de piratería en los que se vieron implicados, bien pesqueros españoles (como víctimas), bien buques de la Armada que perseguían a los piratas.

Lo habitual era que agentes del CNI destinados en países cercanos fueran movilizados para tratar de lograr la liberación de los pescadores españoles secuestrados.

No se ha revelado su identidad

En los meses que han transcurrido desde que El Confidencial.com desveló la investigación judicial, no se ha publicado el nombre de los dos miembros del servicio de inteligencia acusados de facilitar información clasificada a Estados Unidos.

Cuando Alberto Saiz, entonces director del CNI, hizo público en una rueda de prensa en 2007 que un ex agente del centro había sido detenido bajo la acusación de entregar documentos clasificados a la inteligencia rusa a cambio de dinero, sí desveló la identidad del detenido: Roberto Flórez García.

Flórez acabó siendo condenado a nueve años de cárcel por el Tribunal Supremo, por “procurarse” información clasificada del CNI, si bien no consideró probado que la llegara a entregar a espías rusos.

En el caso de los dos acusados de entregar información clasificada a Estados Unidos, no se ha revelado públicamente su identidad. Y en las noticias publicadas por distintos medios de comunicación en estos meses tampoco se han desvelado sus nombres y apellidos.

Mensajes de Stratfor filtrados por Wikileaks

Confidencial Digital ha podido confirmar por distintas fuentes el nombre y los apellidos del oficial de la Armada que era jefe de área del CNI y que fue detenido por la Policía e ingresó en prisión provisional, después de que el Centro Nacional de Inteligencia denunciara a la Fiscalía que él y otro agente estaban entregando a la CIA información clasificada.

Si se buscan el nombre y apellidos de este agente español, y el correo electrónico oficial que utilizaba en su etapa en Etiopía, se puede acceder a un verdadero torrente de mensajes que intercambió con el vicepresidente de análisis para África de la agencia de inteligencia privada Stratfor entre octubre de 2010 y diciembre de 2011.

Hay que tener en cuenta que, tras la filtración de Wikileaks, Stratfor afirmó en un comunicado que “unos piratas informáticos irrumpieron en los sistemas de datos de Stratfor y robaron gran cantidad de mensajes de correo electrónico de la empresa, así como información privada de los suscriptores. Ahora Wikileaks está publicando los correos electrónicos que fueron robados”.

Es decir, confirmó que la información publicada había sido extraída de las bases de datos de Stratfor. Eso sí, puntualizó que algunos correos publicados por Wikileaks podían haber sido “falsificados o alterados” para incluir “inexactitudes”.

En la lista de fuentes en África

Sea como fuere, lo cierto es que entre los documentos filtrados por Wikileaks varios mencionan al espía español ahora acusado de filtrar información a la CIA.

La plataforma de Julian Assange publicó varios archivos con listados de fuentes de información que manejaba Stratfor en África.

Se trata de listas, cada una de ellas con más de 300 personas, con las que los analistas de Stratfor supuestamente mantenían contacto para obtener datos, información y análisis sobre todo tipo de asuntos políticos, económicos, militares o de seguridad de diferentes países de África.

En esas listas hay dirigentes políticos, militares africanos y también de grandes potencias con presencia en África, embajadores y otros diplomáticos, profesores de universidad, activistas, opositores a ciertos regímenes del continente, trabajadores de ONG’s y de organismos internacionales, empresarios, empleados de grandes compañías con negocios en estos países...

La red de fuentes de Stratfor que describen estos documentos abarca numerosos países de África: Marruecos, Senegal, Mali, Costa de Marfil, Sierra Leona, Liberia, Nigeria, Níger, Angola, Congo, Uganda, Gabón, Zambia, Sudáfrica, Sudán, Botsuana, Kenia, Tanzania, Guinea Bissau, Namibia, Etiopía, Somalia...

ECD ha comprobado que en varios de estos archivos con fuentes de Stratfor aparece citado el mando del Centro Nacional de Inteligencia ya citado.

Stratfor le incluyó en esas listas con nombre y apellidos, correo electrónico de contacto, el área geográfica sobre la que ofrecía información... Se le identificaba como espía español, en unos casos, y en otros como diplomático de la Embajada de España en Etiopía.

Un colaborador muy bien calificado

Cuando un servicio de inteligencia elabora una nota sobre algún asunto, con información, en ese documento se suele valorar el grado de fiabilidad de la fuente y la credibilidad que se da a esa información en concreto.

Las bases de datos de fuentes de información de Stratfor en África que desveló Wikileaks califican a esas fuentes en distintas categorías: fiabilidad, credibilidad de las aportaciones, exclusividad de la información ofrecida, puntualidad, accesibilidad, disponibilidad...

El agente del CNI en el Cuerno de África estaba considerado como una de las mejores fuentes de Stratford en todo el continente, y por eso aparecía marcado con calificaciones muy altas en las categorías anteriores.

Los miembros de la agencia destacaban el valor de las informaciones que les revelaba, los detalles que ofrecía, e incluso la rapidez al responder a los mensajes por correo electrónico.

Él también pedía información

-- “Quería preguntarte si tienes algún informe general sobre Chad. Es decir, situación política, tribus del país, principales partes interesadas, relaciones con los países vecinos, etc.”.

El intercambio de correos entre el analista de Stratfor y el oficial de inteligencia del CNI muestra que el espía español, no sólo aportaba información y análisis, sino que también trataba de obtener información.

-- “Déjame revisar nuestros archivos y ver qué tenemos sobre Chad que podría enviarte”.

Esa fue la respuesta de Mark Schroeder, en un correo electrónico en el que también comentaba que Stratfor estaba realizando una evaluación sobre rutas de tráfico de armas entre Libia y Argelia.

Ante esa promesa de información, el espía español le dio las gracias por adelantado: “Agradecería mucho cualquier cosa sobre Chad. Muchas gracias”.

Información sobre Al Shabaab

Pero, en general, los emails recogen preguntas del analista de Stratfor y respuestas del agente del Centro Nacional de Inteligencia destacado en Etiopía.

En un mensaje, Mark Schroeder agradeció a su fuente que le hubiera enviado una copia de un acuerdo firmado por las fuerzas que controlaban los estados autónomos somalíes de Puntlandia y Galmudug.

A continuación, le preguntó qué previsión tenía él sobre cómo se desarrollarían los enfrentamientos de las fuerzas gubernamentales de Somalia contra Al Shabaab, el grupo yihadista más activo en ese país del Cuerno de África.

Parece que hay un plan para llevar a cabo una ofensiva con el apoyo de Etiopía, Kenia, Ahlu Sunna Waljama’a [un grupo paramilitar sufí opuesto a Al Shabaab] y el gobierno federal de transición”, respondió el militar español miembro del CNI, que describió enfrentamientos armados en distintos puntos de Somalia, planes de los distintos actores de ese conflicto y las posiciones que había tomado en Mogadiscio, la capital, la Misión de la Unión Africana en Somalia.

Stratfor valoraba especialmente de su fuente de la inteligencia española la información y los análisis que realizaba acerca del enrevesado puzle de grupos armados, facciones territoriales, señores de la guerra, tribus y organizaciones terroristas que combatían en Somalia en esos años.

El miembro del CNI aportaba información y análisis: “Hasta donde yo sé, Al Shabaab está asustada debido a los ataques sufridos recientemente y a los ataques en curso. Es probable que Godane [Ahmed Abdi Godane, el emir o jefe del grupo] sea reemplazado pronto. No tiene apoyo dentro de las filas de Al Shabaab”.

El espía español parecía estar especialmente informado sobre las interioridades del grupo Al Shabaab, y como tal lo valoraba Stratfor.

Del intercambio de mensajes no queda claro si los comentarios que realiza al analista de la agencia privada de inteligencia proceden de información exclusiva, obtenida por medios propios como oficial de inteligencia, o si se trata de una mezcla de información pública, datos obtenidos por otras fuentes y análisis propios sobre lo que estaba sucediendo en Somalia.

Otros países de África

Si bien se centraban en la situación de Somalia, también abordaban temas sobre otros países de la zona, como Yibuti, Sudán del Sur, Chad, Kenia, y lugares de África más alejados, como Libia, Costa de Marfil...

Hablaban de la actividad de grupos terroristas y armados, de la guerra civil en Somalia, de otros conflictos bélicos, de relaciones entre esas facciones y cuestiones políticas, pero también en ocasiones sobre otros asuntos, como podía ser la construcción de un oleoducto en varios países africanos.

Si bien la “especialidad” del agente español era la zona en torno al Cuerno de África -estaba destinado en Etiopía-, también parecía mostrarse bien informado sobre la situación en Libia y en el Sahel, en el oeste de África donde se movía Al Qaeda en el Magreb Islámico.

Incluso intercambiaron comentarios sobre la supuesta influencia de Irán y envíos de armas del régimen de los ayatolás a grupos armados en el continente africano.

Stratfor, cantera de fuentes para la CIA

Fuentes consultadas por Confidencial Digital apuntan que esa relación entre el agente del Centro Nacional de Inteligencia y Stratfor es significativa, precisamente como precedente a la supuesta vinculación con la CIA que ahora investiga un juzgado de Madrid.

Como ya se ha indicado, la agencia privada de inteligencia Stratfor está considerada “una CIA en la sombra”, en el sentido de que obtiene información sobre asuntos geopolíticos, de seguridad y de otros ámbitos en distintas partes del mundo, y ofrece sus informes reservados a los clientes que pagan por ellos.

Pero, además, dichas fuentes aseguran que existen vínculos entre la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del gobierno estadounidense y Stratfor, en el sentido de que ex miembros de la CIA trabajan en la compañía privada.

En las noticias que se han publicado estos meses acerca del oficial de la Armada y mando del CNI enviado a prisión por filtrar información a Estados Unidos, se ha apuntado que la inteligencia estadounidense pudo fijarse en el agente español cuando estuvo destinado en la sede de la ONU, en Nueva York, y que pudieron captarle cuando trabajó en una empresa americana durante una excedencia.

A esas hipótesis se une otra teoría. Las fuentes consultadas por ECD aseguran que Stratfor sirve en ocasiones a la CIA como “señalador” y “cantera” de colaboradores.

Quiere esto decir que la Agencia Central de Inteligencia llega a conocer, al menos, a algunas de las fuentes de información que colaboran con Stratfor. Con esos antecedentes, se acerca a esas personas para intentar captarlos como activos para la CIA.

Informes sobre Libia

Posteriormente a esa etapa en la que intercambió información con Stratford, este oficial de la Armada y mando del CNI participó como experto en estudios internacionales sobre Libia.

Las revoluciones de la llamada Primavera Árabe, que estallaron entre 2010 y 2012, derivaron en Libia en una revuelta interna contra la dictadura de Muamar el Gadafi y una intervención de la OTAN. El país del norte de África se vio envuelto posteriormente en un conflicto civil entre distintas facciones tribales y territoriales.

Naciones Unidas se ha implicado estos años en tratar de alcanzar acuerdos de pacificación entre los bandos en conflicto en Libia.

El oficial de inteligencia español participó en la elaboración de informes sobre la situación en Libia, encargados por la ONU.

Sin respuesta del CNI

Confidencial Digital mandó el 13 de mayo una consulta al Centro Nacional de Inteligencia sobre este asunto, para recabar la versión del servicio sobre la información recogida en esta noticia.

Entre otras cuestiones, planteó al CNI la pregunta de si este agente, cuando estuvo destinado en Etiopía, mantenía contacto y colaboración con Stratfor con el conocimiento y autorización de sus superiores del centro.

En caso de que sus superiores en el CNI desconocieran la relación de su oficial de inteligencia con la agencia estadounidense, ECD preguntó si el centro le sancionó cuando Wikileaks desveló los documentos en los que revelaba esos contactos.

También preguntó si este agente cortó la colaboración con Stratfor por orden del CNI, y si el servicio español tiene acceso a los informes que publica Stratfor, es decir, si es suscriptor de esta agencia de inteligencia, y de otras agencias privadas de inteligencia. Es habitual que estos servicios utilicen informes de las agencias privadas.

Planteó además cuestiones sobre otros destinos en el extranjero que ocupó este mando, ahora acusado de colaborar con la CIA.

Al no recibir contestación del Centro Nacional de Inteligencia, Confidencial Digital insistió en la consulta, e informó de que iba a publicar una noticia sobre ello. Al cierre de esta edición, más de seis días después de la primera consulta, no se había recibido respuesta.

Cabe apuntar que el artículo 5.1 de la Ley 11/2002, de 6 de mayo, reguladora del Centro Nacional de Inteligencia, establece que “las actividades del Centro Nacional de Inteligencia, así como su organización y estructura interna, medios y procedimientos, personal, instalaciones, bases y centros de datos, fuentes de información y las informaciones o datos que puedan conducir al conocimiento de las anteriores materias, constituyen información clasificada, con el grado de secreto, de acuerdo con lo dispuesto en la legislación reguladora de los secretos oficiales y en los Acuerdos internacionales o, en su caso, con el mayor nivel de clasificación que se contemple en dicha legislación y en los mencionados Acuerdos”.

La directora del Centro Nacional de Inteligencia, Esperanza Casteleiro (i), y la ministra de Defensa, Margarita Robles (d).