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Май
2024

El “castigo” de PP y Vox a un concejal con discapacidad tras dar clases gratis de informática durante 18 años

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Ni toda una vida de trabajo, ni tener una discapacidad sobrevenida, ni la gran cantidad de años que dedicó al voluntariado docente en su pueblo, han impedido a PP y Vox, que gobiernan juntos en la localidad toledana de Sonseca, echar a Alejandro de hacer lo que más le gustaba: dar clases gratis de informática a sus vecinos y vecinas.

El motivo, según las derechas, es que ahora Alejandro es concejal del PSOE, es decir, de la oposición. Alegan que su voluntariado es incompatible. Pero ni el secretario municipal del Ayuntamiento ni el partido en el que ahora milita lo ven así, puesto que no recibe remuneración alguna ni tiene responsabilidades de gobierno.

La historia de Alejandro Martín Peralta, de 68 años, merece ser contada. Ama a su pueblo. Allí nació en el seno de una familia con escasos recursos económicos y allí comenzó a trabajar desde muy joven, casi un niño, en todo tipo de oficios relacionados con la albañilería. Se vio obligado a dejar sus estudios de primaria para ganar dinero, lo que también le llevó muchos años a desplazarse desde Sonseca a la ciudad de Toledo.

Cambió su trabajo por el de camionero, pero a principios de siglo llegó un punto de inflexión en su vida. Se sometió a una intervención quirúrgica por una fibrosis glútea. Un error en la administración de la anestesia epidural le provocó una lesión medular: un síndrome de cola de caballo, es decir, la compresión de los nervios de la parte inferior de la médula. Quedó postrado en una silla de ruedas y tuvo que dejar su trabajo de camionero por incapacidad permanente.

Nunca recibió ningún tipo de indemnización por lo sucedido. Pero decidió “no rendirse”. Terminó sus estudios en Sonseca, los de Primaria y Secundaria, y después se matriculó en la Universidad de Salamanca. Cursó, mediante becas, la carrera de ingeniería informática a distancia, aunque tenía que acudir presencialmente a los exámenes. La terminó y después se doctoró en Robótica.

Su tesis doctoral alumbró patentes que le compraron varias empresas norteamericanas para desarrollar ingeniería de detección de metales y armas. Recibió un porcentaje cuantioso de esos inventos pero donó todo el dinero a la Universidad de Salamanca y a varias ONG para la investigación del cáncer y de enfermedades raras. No se quedó con nada. “Teniendo lo suficiente para vivir, no necesito nada más”, cuenta a elDiarioclm.es.

En paralelo consiguió volver a andar gracias a la tecnología que le aplicaron en la médula espinal en el Hospital Nacional de Parapléjicos, centro con el que deshace en elogios y donde sigue acudiendo a revisiones anuales. “Había que salir adelante, no ya por mí, sino por mi familia”.

Hace 18 años empezó a dar clases de informática en Sonseca, a través del Centro de Internet en la Casa de la Cultura y dentro del Programa 'Iníciate' que por entonces desarrollaban los ayuntamientos con fondos del Gobierno regional y de las Cámaras de Comercio. “Comencé ayudando a una profesora durante cuatro años. Después los despidieron a todos pero había mucha gente, sobre todo mayor, que quería seguir con las clases de Informática”.

Decidió seguir con ello de manera voluntaria y tuvo el visto bueno del Ayuntamiento, curiosamente gobernado entonces por el PP.  “Eran ellos los que gobernaban cuando me pidieron que siguiera”.

Durante casi dos décadas Alejandro ha enseñado programación, manejo de Office y bases de datos a miles de alumnos y alumnas. “A todo lo que se apuntaba la gente, yo daba clase. Niños, adolescentes, adultos, mayores, me daba lo mismo. Yo les enseñaba. Disfrutaba muchísimo. Gracias a ello superé la depresión que tenía desde que me dejaron discapacitado. Es lo que daba sentido a mi vida”.

¿Qué pasó exactamente? El año pasado decidió concurrir a las elecciones municipales del pueblo en las listas del PSOE. “Yo no soy político pero quise contribuir a ayudar a mi pueblo de la forma en que yo pudiera. Me insistieron y al final acepté”. Los resultados le dejaron en la puerta de entrada, pero la mujer que le precedía en la lista dimitió por cuestiones personales, y al final Alejandro se convirtió en edil.

El secretario municipal me dijo que no era incompatible ser concejal y dar clases de informática porque nunca había recibido ni un euro

Juró su cargo el último jueves del mes pasado y al lunes siguiente, día 29 de abril, le llamó el concejal del PP Jesús Gómez Morales, encargado de personal. “Me dijo que era incompatible ser concejal y dar clases de Informática como voluntario. Esa misma mañana fui a hablar con el señor secretario del Ayuntamiento y me dijo que no había ninguna incompatibilidad porque nunca había recibido ni un euro”.

No ha habido ninguna comunicación oficial, pese que se la pidió al edil del PP por escrito. Ahora mismo las clases gratuitas ya no se están impartiendo, aunque no descarta que contraten a una persona.

Alejandro, que se considera “obediente”, decidió no adoptar ninguna medida y únicamente escribió una carta a su alumnado agradeciendo “todos los años de satisfacción” y que ahora el PSOE está buzoneando.

En su misiva, el concejal agradece a los más de 4.000 alumnos y alumnas de Sonseca y otros pueblos que han pasado por sus clases, haberle permitido “compartir mi pasión por la informática”. “Quiero que sepáis que para mí ha sido un enorme honor compartir estos cursos con cada uno de vosotros”, escribe, y lamenta no poder continuar con la nueva formación programada para el verano y programada para, entre otros colectivos, niños y niñas que provienen de familias con escasos recursos económicos.

Desea “mucha suerte” al profesor que le sustituya y le ruega “que sea paciente y ponga muchísimo cariño en impartir estos cursos, desde la empatía y el conocimiento de que cada alumno tiene unas habilidades y conocimientos previos específicos”.

En su carta agrega nunca se imaginó que participar en una formación política “con el único fin de trabajar por y para mi pueblo”, fuese un motivo que le impidiera seguir siendo voluntario.

Su partido también le ha apoyado. El Grupo Municipal Socialista, tras consultar al secretario municipal, afirma que “no existe ninguna incompatibilidad” ya que la actividad se ejercía altruistamente y como concejal, Alejandro tampoco recibe ninguna retribución económica ni tiene responsabilidad de gobierno.

“Es evidente que esta decisión responde a criterios discrecionales y sectarios, apartándole de su labor docente por pertenecer a un grupo político distinto al del Gobierno municipal”, afirma el partido. De hecho, el PSOE de Sonseca habla de “coacción política” y de “injusticia”, y ha resuelto iniciar las medidas legales oportunas.

Le dije que no me castigaba a mí, castigaba al pueblo, que es quien recibe las clases

Alejandro interpreta como un “castigo” esta decisión,  por haber aceptado el cargo de concejal. Así se lo expresó al edil Jesús Gómez Morales que le comunicó el cese: “Le dije que no me castigaba a mí, castigaba al pueblo, que es quien recibe las clases”.

De hecho, afirma que excepto un par de concejales, el resto de los ediles de la oposición le han llamado para darle ánimos y decirle que es “una injusticia”. Es el mismo respaldo que recibe del pueblo. “Jamás pensé que iba a recibir tanto ánimo y tanto apoyo. Voy a tener que dejar de salir porque me tiro todo el tiempo emocionado. Me están ayudando mucho”.

Este docente voluntario vive de su pensión. No es rico, pero tampoco necesita “mucho más”. “A mí el dinero no me da felicidad. A mí me gusta estar con mi familia (con su esposa, su hija y sus tres nietos) y con la gente de mi pueblo”.

“Eso me llena y me hace rico. Y ser voluntario es lo que más me ha llenado en mi vida, lo que le daba sentido”. Es más, confía en que el Ayuntamiento no le “prohíba” otros voluntariados que realiza con Cruz Roja, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) o agrupaciones de jubilados.

Tras varios intentos de comunicación con el Ayuntamiento de Sonseca, vía telefónica y escrita, el equipo de Gobierno que conforman PP y Vox no ha respondido a este periódico sobre los motivos del cese como voluntario de Alejandro Martín Peralta ni sobre si existe alguna comunicación oficial al respecto. El concejal no sabe si confiar en su reincorporación. Es tan humilde como realista. Insiste en dar las gracias a todos los que le han apoyado. “Todo ese respaldo y ánimo ya es algo muy grande”.