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Май
2024

Israel ataca Rafah pese a la presión internacional mientras Hamás acepta el plan de tregua de los mediadores

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El Gobierno ultraderechista de Israel llevaba meses amenazando con atacar la localidad de Rafah, en el extremo sur de Gaza y donde se han refugiado más de un millón de palestinos de otras zonas de la Franja. Este lunes, el Ejército ha anunciado la evacuación forzada de los residentes del este de Rafah y ha intensificado sus bombardeos contra esa zona, obligando a los palestinos a huir de nuevo con sus pocas pertenencias y al grupo islamista Hamás a aceptar una propuesta de alto el fuego que los mediadores internacionales –Egipto, Qatar y Estados Unidos– pusieron sobre la mesa el pasado fin de semana.

El lunes por la noche, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han anunciado que están atacando “objetivos terroristas de Hamás” en el este de Rafah, la misma zona de la que han instado a los palestinos a marcharse a primera hora del lunes. Los militares han pedido evacuar los barrios de Al Shuka, Al Salam, Al Janina, Taba Zaraa y Al Yarmouk, y dirigirse a la denominada “zona humanitaria” de Al Mawasi, situada al noroeste del núcleo urbano de Rafah, avisando a los civiles con panfletos lanzados desde el aire, mensajes de texto a sus móviles y anuncios a través de la radio, todo ello en árabe.

El llamado gabinete de guerra israelí, encabezado por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, se ha reunido a última hora del lunes y ha decidido continuar “la operación” en Rafah que dio comienzo unas doce horas antes, a pesar de las presiones internacionales y los llamamientos a detener la ofensiva por parte de organismos y gobiernos de todo el mundo, incluido su principal aliado, Estados Unidos.

La prepuesta de tregua

Aunque no haya detenido sus planes, el Gobierno israelí no cierra del todo la puerta a las negociaciones para un alto el fuego con Hamás, después de que el grupo haya anunciado que ha aceptado una propuesta hecha por Egipto y Qatar. “A pesar de que la propuesta de Hamás está lejos de cumplir con los requisitos de Israel, Israel enviará una delegación de mediadores para agotar la posibilidad de alcanzar un acuerdo bajo condiciones aceptables”, ha dicho la Oficina del Primer Ministro en un comunicado a última hora del lunes.

Poco antes, el líder político de Hamás en el exilio, Ismail Haniye, había comunicado a Egipto y a Qatar que el grupo palestino ha aceptado su propuesta para un alto el fuego en Gaza, de la que se desconocen los detalles. Esa propuesta fue presentada a los representantes de Hamás el pasado fin de semana en El Cairo, cuando las dos partes parecían muy cerca de alcanzar un acuerdo de tregua. Pero las conversaciones quedaron suspendidas el domingo, después de que el ala militar de Hamás reivindicara un ataque con cohetes contra tropas israelíes desplegadas cerca del paso fronterizo de Kerem Shalom, entre Israel y Gaza.

Este lunes, el Ejército israelí elevó a cuatro los soldados muertos en ese ataque, uno de los peores que han sufrido los militares desde que comenzaron su ofensiva contra la Franja, que este martes cumple siete meses. Desde el pasado 7 de octubre, la guerra ha causado más de 34.700 víctimas mortales en Gaza, además de 78.000 heridos, según datos de las autoridades locales considerados válidos por la ONU.

El Gobierno gazatí, controlado por Hamás, ha denunciado en un comunicado que Israel “ha iniciado engañosamente negociaciones de tregua sin abandonar la idea de una agresión amplia contra Rafah” y ha rechazado que las órdenes de evacuación emitidas este lunes estén relacionadas con el ataque “de la resistencia” del domingo contra Kerem Shalom. Es más, en su comunicado, ha defendido la “insistencia” de los negociadores palestinos para “garantizar el cese de la agresión como requisito básico para completar el acuerdo de intercambio” de los rehenes israelíes por presos palestinos.

Uno de los principales escollos para alcanzar un acuerdo ha sido la exigencia de Hamás de un alto el fuego definitivo y la retirada de las tropas de Gaza, y la negativa de Israel a aceptar esas condiciones. Mientras, familiares de algunos de los secuestrados en Gaza han acusado a Netanyahu en una carta citada por el periódico Haaretz de “torpedear un acuerdo” y de “abandonar a los rehenes a su muerte”. Los parientes de los rehenes han estado manifestándose en contra de la gestión del Gobierno y a favor de un acuerdo de intercambio, y en la noche del lunes volvieron a salir a las calles en Tel Aviv, donde intentaron bloquear una autopista.

Mientras, el ministro de Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, también ha acusado a Netanyahu de boicotear un acuerdo: “Hamás ha hecho una oferta. Si Netanyahu realmente quiere un acuerdo, negociará la oferta en serio. En cambio, está poniendo en peligro el acuerdo bombardeando Rafah”, ha afirmado a través de X.

Un millón y medio de personas, en vilo

En la ciudad de Rafah y los campamentos que han surgido a sus alrededores, junto a la frontera con Egipto, se hacinan actualmente cerca de un millón y medio de personas, mientras que antes del conflicto la localidad tenía unos 300.000 residentes. Miles de desplazados en Rafah empezaron este lunes a recoger sus enseres y a marcharse, unos en carros tirados por burro o a pie y, los más afortunados, en vehículos, tal y como relata la agencia Reuters. “Ha estado lloviendo fuerte y no sabemos adónde ir. Me preocupaba que este día podía llegar, ahora tengo que ver adónde puedo llevar a mi familia”, declaró Abu Raed a Reuters.

A la familia de Raed y a otras muchas Israel les ha dicho que se dirijan a la “zona humanitaria” de Al Mawasi, que ha sido ampliada para recibir a más desplazados y, según las FDI, recibirá también más asistencia humanitaria, desde tiendas de campaña a suministros esenciales –aunque, en todo este tiempo, la ayuda que ha llegado a Al Mawasi nunca ha cubierto las necesidades de los desplazados reubicados en esta área creada de la nada a orillas del Mediterráneo–. A partir de ahora, se extenderá hasta Deir al Balah, en el norte, y la ciudad de Jan Yunis, en el este, de donde se retiraron recientemente las tropas israelíes después de meses de combates calle a calle con los integrantes de Hamás y otros grupos armados palestinos.

Ni Al Mawasi, ni mucho menos Deir al Balah, son zonas seguras y no se han librado de ataques aéreos y de artillería israelíes. La propia localidad de Rafah, considerada la más segura de la Franja, ha sido blanco de bombardeos, que han causado destrucción y víctimas. Entre el domingo y el lunes, más de 20 personas murieron en varios ataques de la aviación israelí contra once viviendas de Rafah, según la agencia de noticias palestina Wafa, que asegura que entre los fallecidos hay ocho niños.

Desde Rafah, el médico palestino-boliviano Refaat Alathamna dijo a elDiario.es que los ataques se intensificaron el lunes por la mañana. Este anestesista trabaja en el hospital Europeo de Rafah y residía en Jan Yunis, antes de verse desplazado por la guerra a Rafah, al igual que gran parte de sus vecinos. Este lunes ha regresado a su ciudad para buscar un lugar donde reubicar a la familia, después de los avisos de evacuación de Israel. “Mis niños están ahora en una zona que aún no está amenazada” en Rafah, explicó a través de WhatsApp. “Mañana posiblemente los llevaré conmigo” a Jan Yunis, ciudad que quedó destruida después de la incursión terrestre israelí.

Las órdenes de evacuación forzosa de Rafah han provocado las condenas de los organismos internacionales y las organizaciones humanitarias, ante la posibilidad cada vez más concreta de que Israel lance una gran operación militar contra la localidad que acoge a más de la mitad de los habitantes de Gaza.

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que ofrece la mayor parte de la asistencia humanitaria en Gaza, ha anunciado este lunes que no va a abandonar Rafah y que mantendrá su presencia “el mayor tiempo posible”, y que “seguirá proporcionando ayuda vital” a las personas que permanezcan allí. El jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, ha lamentado que “una ofensiva militar israelí añadirá otra capa a una tragedia que ya es insoportable para la gente de Gaza” y “hará aún más difícil revertir la expansión de la hambruna fabricada por el hombre”. En el norte de Gaza, donde las autoridades locales calculan que quedan entre 600.000 y 700.000 personas, la población ya sufre una hambruna y ya ha muerto una treintena de niños por desnutrición y deshidratación.

La UNRWA ha advertido además de las consecuencias “devastadoras” de una incursión militar en Rafah para los 1,4 millones de personas que se encuentran en esta localidad, incluidos unos 600.000 niños y niñas, según los datos del Fondo de la ONU para la Infancia. “UNICEF advierte de una nueva catástrofe para los niños y niñas, ya que las operaciones militares provocarán un número muy elevado de víctimas civiles y los pocos servicios básicos e infraestructuras que les quedan para sobrevivir quedarán totalmente destruidos”, ha alertado en un comunicado. La agencia ha agregado que muchos de esos pequeños ya “son muy vulnerables y están al límite de la supervivencia”.

“Rafah es ahora una ciudad de niños y niñas que no tienen ningún lugar seguro al que ir en Gaza. Si se inician operaciones militares a gran escala, los niños y las niñas no sólo estarán en peligro por la violencia, sino también por el caos y el pánico, y en un momento en que su estado físico y mental ya está debilitado”, ha dicho la directora de UNICEF, Catherine Russell.

El alto representante para la política exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ha afirmado en su cuenta de X que “Israel debe renunciar a una ofensiva terrestre” contra Rafah y ha agregado que la UE junto a la comunidad internacional “pueden y deben actuar para evitar este escenario”. El jefe de la diplomacia europea ha alertado de que los desarrollos de este lunes hacen temor “lo peor: más guerra y hambruna”.

Desde la Casa Blanca, también están haciendo lo posible para detener un asalto a gran escala y el presidente Joe Biden ha hablado este lunes con Netanyahu por teléfono y le ha trasladado su “posición clara sobre Rafah”, según un comunicado, que no detalla cuál es esa postura en estos momentos. Washington se ha opuesto a una ofensiva contra la localidad y ha pedido reiteradamente a Israel retrasar su operación hasta que tuviera un plan factible para evacuar a los civiles refugiados allí. Representantes israelíes y estadounidenses se han reunido varias veces para abordar la cuestión, pero EEUU nunca ha dado luz verde a una ofensiva contra Rafah. El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, ha afirmado que su Gobierno no apoya esa ofensiva “tal y como la ve actualmente Israel”. 

Por su parte, Egipto ha llamado a “ejercer la máxima moderación y evitar una mayor escalada en este momento extremadamente delicado del proceso de negociaciones”, según un comunicado del Ministerio de Exteriores. El Gobierno ha advertido además de “los peligros de una posible operación militar israelí” en Rafah, localidad situada al otro lado de la frontera egipcia con la Franja, que fue reforzada hace varios meses. La frontera de Gaza con Egipto es la única que no está controlada por Israel y ha sido la principal puerta de entrada de la ayuda humanitaria en los pasados meses de conflicto.