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Май
2024

Balazote lleva a su patrona Santa Mónica hasta la ermita

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Abc.es 
Desde el año 1580 se lleva festejando el 4 de mayo como el día de Santa Mónica como patrona del pueblo albaceteño de Balazote . Tal fecha corresponde a la fecha de defunción de Santa Mónica, también conocida por ser la madre de San Agustín de Hipona, a la sazón patrón de la vecina localidad de Casas Ibáñez. Tal es la devoción de sus fieles que allá por el año 1987 le construyeron de forma comunal una preciosa ermita en su nombre en una colina desde la que se puede divisar todo el pueblo, que ya fue hogar en otros tiempos para los íberos, romanos y musulmanes. Fue Ricardo López García, hijo y párroco de Balazote, quien durante muchos años fue el encargado de llevar a cabo tal construcción y de relanzar el espíritu de Santa Mónica. Como muestra de agradecimiento, en el año 2010 se le nombró Hijo Predilecto de Balazote. En el crecimiento y desarrollo de la festividad religiosa se integran el Ayuntamiento de Balazote, con su alcalde José Antonio Simón Sotos al frente, y la Cofradía de Jesús Nazareno, que goza de casi 500 cofrades y que está encabezada por el Hermano Mayor, Gabriel Aroca García, además de la labor de la Iglesia, siendo Juan José Gómez García su párroco titular, también hijo natal de la localidad. La actual imagen con la que se procesiona data de 1940 , ya que la anterior fue saqueada en tiempos de la guerra civil y hubo de reponerla en un trabajo exquisito del artista José Zamorano. Como en muchos pueblos castellanomanchegos, Balazote arranca el mes de mayo con sus tradicionales cantos a los Mayos. En Balazote es el punto de inicio de sus fiestas mayores, que concluyeron el pasado domingo y cuyo día se llama, de forma cariñosa, de Santa Moniqueta. El primer día del mes se suceden los actos festivos. Cabe reseñar que este año el pregón corrió a cargo de José Agustín González García, hijo de la localidad, y que ejerce de párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de Hellín. A partir de ahí, se desarrolló el interminable programa de fiestas lúdicas y religiosas para deleite de los lugareños, de los visitantes y de todos aquellos hijos del pueblo que, aunque no viven allí, no faltan al reencuentro con sus seres queridos y, en especial, con su patrona y sus tradiciones. Lo más bonito y reseñable es el día 4 de mayo, cuando la localidad vive su día grande y se llena de vida, las fachadas se engalanan, así como el recorrido de la procesión hasta su ermita , donde se celebra una multitudinaria solemne misa. A continuación, hay una ofrenda floral a la imagen de la patrona, la sacan los quintos de la iglesia y la llevan a hombros por un recorrido, donde sus feligreses se van incorporando a un séquito que se hace interminable. El fervor, la emoción y los gritos de «Viva Santa Mónica» se suceden uno tras otro al llegar al Cerro de Santa Mónica, el paraje donde se ubica la ermita. Allí se dispone de un refrigerio para los asistentes a base de la tradicional Cuerva Manchega y de Rollos de anís y demás dulces tradicionales de la localidad. Tras los actos celebrados en la ermita, los feligreses retornan al pueblo para continuar con los festejos. Hay que hacer hincapié en el magnífico castillo de fuegos artificiales que culmina la jornada. Santa Mónica pernocta allí la noche del día 4 y ya en fechas posteriores será llevada de nuevo a su altar en la parroquia Nuestra Señora del Rosario para estar más cerca de sus feligreses. Al día siguiente, es decir el día 5 de mayo, se realiza una misa y la posterior procesión a Jesús Nazareno por parte de los miembros de la cofradía, que llevan su imagen a la Cruz y que está debidamente engalanada para la ocasión. Van acompañados de la Banda Municipal de Música. Finalmente, reseñar que el Santoral Episcopal vigente viene como la onomástica de Santa Mónica el día 27 de agosto, que en esa fecha también se organiza en Balazote una carrera de antorchas en honor a su patrona y un posterior ágape en la explanada de la ermita. Esta nueva onomástica vino motivada por un cambio en el Santoral por parte del Vaticano, a lo que los balazoteños no les influyó, ya que ellos tenían la fecha de su patrona desde siglos antes de la modificación y decidieron seguir celebrando la festividad el día 4 de mayo para que su patrona velara por ellos y por sus cosechas. Pasaron otras fiestas, pero no es motivo de pena, solo quedan otros 360 días para volver a festejarlas.