Los hogares que no cubren sus gastos básicos siguen creciendo tras la pandemia
Los hogares que no consiguen llegar a fin de mes y no son capaces de afrontar sus gastos y sus compromisos financieros mensuales continúan su línea ascendente. El Banco de España alerta en su «informe anual 2023» presentado esta semana que siguen al alza las bolsas de pobreza y vulnerabilidad de una parte de los hogares españoles por la «elevada tasa de paro estructural de nuestra economía» y por los «desajustes entre la oferta y la demanda que se observan en el mercado de la vivienda».
Pese a que la mayoría de las desigualdades –como la salarial, la de renta o la de pobreza relativa– han seguido un patrón muy similar en los últimos años y se han ido corrigiendo tras su despegue en 2020 –con el estallido de la crisis sanitaria– gracias al «notable vigor de la actividad y el empleo» generado por las empresas, el supervisor advierte de que se observa un «incremento en el porcentaje de hogares que no pueden cubrir sus gastos esenciales», sobre todo entre finales de 2020 y diciembre de 2023, tras crecer dos décimas y situarse ya en el 7,2% de la población. Una situación que reconoce es especialmente intensa entre las familias con menor renta. mientras que apenas ha tenido incidencia en capas superiores.
Sí reconoce que pese al mayor aumento de la vulnerabilidad en los hogares con menores rentas, las ayudas desplegadas –como el incremento de las pensiones no contributivas, la subida del SMI, la introducción del ingreso mínimo vital o la reforma del Código de Buenas Prácticas. entre otras medidas– habrían contribuido a «amortiguar los efectos adversos que la subida de tipos de interés y la inflación podrían haber tenido sobre los hogares de menores rentas, y estima que estos hogares vulnerables habrían aumentado cuatro puntos porcentuales más en caso de que no se hubieran aprobado estas medidas.
Aunque los analistas del supervisor creen que el aumento de familias vulnerables en 2024 «sería limitado», no descarta su crecimiento si los tipos de interés «no evolucionan en línea con las expectativas del mercado, y las rentas y los precios de los bienes y servicios no avanzan según lo contemplado en las últimas proyecciones macroeconómicas». En este escenario se elevaría al menos otra décima más. Asimismo, avisa de que la materialización de determinados escenarios adversos sobre el crecimiento económico podría producir un «deterioro más acusado del previsto» en la situación financiera de los hogares y las empresas.
En este sentido, avisa de que la «materialización de determinados escenarios adversos» sobre el crecimiento económico podría producir que el alivio de una hipotética bajada de los tipos de interés a partir de junio «sobre la presión financiera que soportan las familias más endeudadas sería menor de lo contemplado».
El Banco de España pone especial énfasis en el problema de la vivienda, de la que afirma que ha sido el mayor elemento de creación de desigualdad de los últimos años y duda de que las medidas puestas en marcha por el Gobierno sobre el control de precios del mercado alquiler vayan a mejorar la situación.
No en vano, el informe cita la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, que determina que el 27,5% de los hogares no pudo mantener una temperatura suficientemente cálida durante los meses fríos en 2023, mientras que el 33,6% manifestó que no tenía una temperatura suficientemente fresca durante el verano. Ambos porcentajes son superiores a los del año 2012. También apunta que, desde 2011, la proporción de hogares propietarios de su vivienda principal ha caído 10 puntos, un retroceso mucho más acusado en el caso de los hogares más jóvenes, de 33 puntos, y en los estratos de menor renta, de 20 puntos, y que la acumulación de riqueza inmobiliaria en los segmentos más bajos es cada vez menor.