Oler a loco
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A mí me pasa lo mismo que le pasa a Rosa Belmonte: hasta la coronilla estoy de la salud mental . Quiero decir que me estraga la cháchara abusiva a propósito de la salud mental, que es como se le llama ahora a todo, menos a las enfermedades que exigen psiquiatra. A los niños los tenemos tan amparados que van a salir unos inválidos. No conocen la frustración, vertebral en cualquier docencia, ni tampoco la negación, que es el principio afirmativo de la vida. Las mascotas son el nuevo beb é, y le hemos dado al galgo el podio del sofá, antes que al abuelo. El amor ya resulta un atajo de la toxicidad, como si no hubiéramos sabido desde... Ver Más