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Май
2024

La muerte de un joven italiano atacado por un oso abre el debate sobre la repoblación de estos animales en los Alpes

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Abc.es 
La tragedia ocasionada por un oso pardo que mató a un joven ha motivado un gran debate en Italia sobre cuál debe ser la relación entre el hombre y la naturaleza. Andrea Papi, de 26 años, entusiasta del 'running' por montaña, fue atacado por la osa Gaia cuando salió a correr por los bosques de Caldes, un pequeño pueblo entre los más bellos de Italia, con 1.090 habitantes, en Val di Sole, en la provincia autónoma de Trento, en los Alpes italianos. La muerte de Papi pasará a la historia como la primera muerte de un ser humano en Italia provocada por un oso, en tiempos modernos. Ocurrió hace poco más de un año, el 5 de abril de 2023. Pero la tragedia sigue generando divisiones en la opinión pública: los defensores de los derechos de los animales defienden con firmeza que la osa no sea eliminada , mientras el presidente de la provincia autónoma de Trento, Maurizio Fugatti, miembro de la Liga de Matteo Salvini, firmó la orden para que se matara a Gaia y pidió que se reduzca a la mitad la población plantígrada. Fugatti lamentó que algunas autoridades en Italia se habían centrado demasiado en el bienestar de los osos y no lo suficiente en la seguridad de las personas que viven en las mismas áreas. Los osos pardos estuvieron al borde de la extinción en Italia. Pero la especie se reintrodujo a fines de la década de 1990, cuando se liberaron 10 osos, procedentes de Eslovenia, en los Dolomitas. El programa de repoblación denominado 'Life Ursus', financiado por la UE, se adaptó con facilidad y ahora hay casi cien osos pardos en el noreste de Italia. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha estado trabajando siempre para aumentar la conciencia y la aceptación del oso por parte de las comunidades locales. Pero la muerte del joven Papi desató la furia en su pueblo y también el temor a los osos. Se colocaron carteles por todo el municipio con esta frase: «Justicia y dignidad para Andrea». Con el mismo espíritu se le ha recordado en la manifestación organizada en su pueblo Caldes, el pasado 5 de abril. Las autoridades buscaron a la osa Gaia, de 17 años, después de que los investigadores utilizaran pruebas genéticas para determinar que ese fue el animal que había atacado a Andrea Papi. El 18 de abril, 13 días después de la muerte del joven, la osa cayó en la trampa, un gran tubo. Gaia es también conocida como Jj4. Al principio, los osos llegados de Eslovenia eran llamados con las iniciales de sus padres, mientras que al cabo de unos años los responsables del proyecto de repoblación en Trentino adoptaron el sistema utilizado en toda Europa, identificando los ejemplares en función del sexo y de un número de identificación progresivo. La osa Jj4, capturada tras la muerte de Andrea Papi, se llama así porque es la cuarta hija de dos progenitores del proyecto «Life ursus», Joze y Jurka. Al momento de su captura, estaba acompañada por tres cachorros de dos años, dos de los cuales quedaron atrapados con ella y luego fueron liberados por considerar que eran autosuficientes para vivir en la montaña. El primogénito de la camada de Jj4 se llamó Jj1, más conocido como Bruno. Fue asesinado en Baviera en 2006 porque atacó y mató a otros animales en Austria y Alemania. Luego, Jj1 fue disecado y exhibido en un museo en Munich. El hermano Jj3 fue eliminado en 2008 en el cantón central suizo de Grisones. Noticia Relacionada estandar No Una osa reincidente mata a un corredor de montaña y su novia hace campaña para que no sacrifiquen al animal D. S. C Andrea Papi, de 26 años, murió en un bosque mientras se entrenaba por el ataque del plantígrado y ha generado un serio debate sobre el control de su población Ahora, Gaia está en el centro de una disputa legal entre activistas defensores de los derechos de los animales frente a los partidarios de su eliminación. Contra la orden firmada por el presidente de la provincia de Trento, Maurizio Fugatti, para que sacrificara a Gaia, agrupaciones animalistas presentaron un recurso ante el Tribunal Administrativo Regional (TAR), del Lazio, que fue admitido, con el fin de que la pena de muerte de la osa se conmutara por la de reclusión en un lugar de Rumania. Por tanto, el destino de Gaia se está jugando entre los tribunales de Trento y de Roma. Durante todo el proceso, los animalistas han protestado frente a la casa de Fugatti, declarándose antifascistas y escribiendo en un cartel: «¡Fugatti, todos somos JJ4!». Según Maurizio Fugatti, la presencia en la provincia de Trento de un centenar de ejemplares, «no es sostenible». Precisó que el objetivo del proyecto 'Life ursus' era albergar una población de entre 40 y 60 plantígrados, por lo que según el presidente de la provincia de Trento «será necesario eliminar el exceso de ejemplares respecto a las previsiones originales». WWF Italia también se ha pronunciado a favor de eliminar a la osa Gaia: «Si un animal muestra un comportamiento claro peligroso para la seguridad humana, llegando incluso a atacar mortalmente a una persona, su eliminación reduce el riesgo de nuevos episodios similares y mejora la aceptación social de la población hacia la especie. Recurrir a la expulsión debe ser, y siempre es bueno reiterarlo, la última solución», comunicó la asociación ambientalista. La pelea no solo está en los tribunales, sino que se ha llevado también al campo turístico. Los amantes de los animales pidieron un boicot a la provincia de Trento, afirmando que cancelarían las vacaciones en la región alpina. La familia del joven pide justicia Mientras tanto, la familia del joven Andrea Papi , pide justicia: «No hay día que no vaya al cementerio -declaró su padre a La Stampa-. Entonces siento que estoy más cerca de Andrea, me hago a la idea de que puedo verlo diciéndome 'Papá, acabo de salir a correr en las montañas, no a buscar al oso, haz que se haga justicia. Ha habido irresponsabilidad -añade el padre-. Si hubieran actuado, si hubieran prohibido el acceso a esas zonas, todavía estaría aquí mi hijo. Esta tragedia tenía que haberse evitado. Alguien tiene que dar la cara ahora. Confiamos en el poder judicial: los responsables deben ser identificados y juzgados«. El debate continuará por largo tiempo, porque aparte de la tragedia de Andrea Papi se han producido varios incidentes. En febrero pasado, un joven oso de apenas 3 años, conocido como el M90, recién independizado de su madre, fue eliminado por el Cuerpo Forestal, tras el decreto firmado por el presidente de la provincia de Trento. La decisión de matar al plantígrado, por considerarlo un animal peligroso, se produjo después de un episodio ocurrido también en Val di Sole: el M90 había seguido a dos parejas de novios que caminaban por un camino forestal. El oso llegó a unos diez metros de ellos y luego se alejó. El caso suscitó también notable polémica. Así protestó la Organización Internacional de Protección Animal (Oipa):«La política de la Provincia Autónoma de Trento es miope y hostil hacia los animales, lo que no protege la biodiversidad. Por su parte, el ministro de Medio Ambiente, Gilberto Pichetto Fratin, comentó que »la eliminación no puede ser la única alternativa«, sino »una solución extrema«. El ministro añadió que en el futuro se deben identificar soluciones que garanticen »la convivencia pacífica con los animales en los territorios«. Las consecuencias de la reintroducción Al principio, la reintroducción de osos salvajes en la provincia de Trento no parecía que fuera a tener consecuencias. Pero hoy se tiene otra opinión. Los incidentes y polémicas que se han producido, además de la tragedia de Andrea Papi, ha motivado también que diversos medios internacionales hayan analizado la situación que se vive en esa zona del noreste de Italia. 'The Economist' en su último número se hace eco de la tragedia de Andrea Papi destacando que el fenómeno que ahora se denomina «reconstrucción» se basa en la premisa de que cuanta más variedad haya en un entorno natural, más resiliente será. «Una forma de intentarlo -escribe The Economist»- es traer de vuelta a sus hábitats originales los grandes carnívoros que han sido cazados hasta su extinción. Se cree que su presencia tiene un efecto beneficioso sobre el resto de la cadena alimentaria […] El atractivo de la 'reconstrucción' atraviesa todo el espectro político e ideológico -añade The economist-. A algunos derechistas les encanta por su rechazo implícito a la modernidad; otros lo vilipendian como otro ejemplo más de cómo los burócratas de Bruselas pisotean las preocupaciones de la gente corriente».