Hay que entender esta película como un homenaje al gran humorista Miguel Gila, y centrado en uno de los caracteres más populares y profundos de su sentido del humor, el antibelicismo empapado de ingenuidad, de simpleza, pero, en el fondo, con mucha astucia y picardía para que subraye el absurdo de la guerra. En su célebre '¿Está el enemigo?..., que se ponga' y en la trivialidad de la conversación telefónica (¿A qué hora vais a atacar?..., ¿Vais a venir muchos?...) hay suficiente sosa cáustica para corroer el sinsentido bélico. Читать дальше...