Un penúltimo vals
El Madrid no sabe todavía qué ponerse. Se prueba todo tipo de chaquetas, combinaciones y estilismos sin demasiado éxito. Y no se siente cómodo con nada. En Balaídos se atrevió con un look arriesgado por lo novedoso: jugar con tres centrales. Como quien espera que un corte de pelo le solucione por completo sus problemas de personalidad. El resultado fue, cuando menos, desconcertante. Especialmente para los propios jugadores madridistas, desorientados y desesperados por momentos. Pese a jugar con cinco defensas... Читать дальше...