El Gobierno está en deuda con EH Bildu y cumple puntualmente con las exigencias de Arnaldo Otegi, que se resumen en dos: legitimar políticamente a la izquierda batasuna y poner en la calle a los etarras aún en prisión. Ambos objetivos van quemando etapas, con la cordialidad y el entendimiento que solo dos buenos socios saben conservar. Sánchez tiene en Otegi a su aliado más fiable y discreto, aunque se le escapara aquello de «presos por Presupuestos». Los hechos son irrefutables: competencias penitenciarias al Gobierno vasco... Читать дальше...