En las tripas del 'Grand Prix': Nostalgia, caídas tronchantes y mucha euforia
Ver el 'Grand Prix' despierta la nostalgia de aquellos veranos eternos frente a una televisión tubo, con un Frigopie en la mano al lado del abuelo. Pero estar en las grabaciones saca al ser de pueblo que cada uno lleva dentro. Los gritos, los 'sí se puede' y los vítores al panadero que todos conocen y al pilluelo que lo da todo en las fiestas de agosto. Dicen que la tele miente, y en este caso, es así. Lo primero que uno encuentra cuando llega a los enormes platós de Europroducciones son dos ambulancias. Читать дальше...