La carrera a la Casa Blanca era ayer un ejercicio de contrastes. Por la noche, en Milwaukee (Wisconsin), en el clímax de la convención republicana, Donald Trump , un milagro hecho candidato tras el intento de asesinato, iba a ser aclamado en el colofón de un cónclave diseñado a la perfección para unificar al partido alrededor de su figura y para tender la mano a los votantes que están más allá de las bases 'trumpistas'. A 1.500 kilómetros de allí, en una mansión playera de la costa de Delaware, la... Читать дальше...