Acaba el partido y Lamine Yamal y Nico Williams siguen jugando. Coge una botella de agua Lamine y le moja a Nico después de regalarse un ‘piedra,papel o tijera’ versión moderna. Ríen, bailan, siguen sonriendo y corren buscando a la afición de España, ellos que no han dejado de correr ni un segundo ante Georgia. Corren y esta vez no regatean porque les espera los abrazos de Luis de la Fuente que sabe que tiene dos diablos disfrazados de adolescentes, dos niños que llevan el desborde en el ADN, dos futbolistas además inteligentes... Читать дальше...