Manifestantes se enfrentan a la policía provocando docenas de detenciones en el West Loop
La serie de manifestaciones pacíficas en Chicago a las puertas de la Convención Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) llegó a su fin el martes por la noche, cuando un grupo de manifestantes se enfrentó a una fila de policías, desencadenando una violenta confrontación en Madison Street, a las puertas de una de las principales estaciones de tren de la ciudad.
Los manifestantes se dirigieron directamente hacia un grupo numeroso de oficiales de policía, cuatro en total, a eso de las 7:30 p.m. Los oficiales empezaron a empujarlos hacia el otro lado y les gritaron: “Retrocedan, retrocedan”. Empezaron a producirse refriegas y los oficiales, que llevaban cascos, se metieron entre la multitud.
Un video muestra a los oficiales sometiendo a algunos de los manifestantes, empujándolos al suelo en un esfuerzo por asegurar la caótica escena. Después, los manifestantes empezaron a desplazarse hacia el este por Madison en dirección a Canal Street, donde los esperaban cientos de agentes más.
Un supervisor de la policía acabó declarando que se trataba de una “reunión ilegal”.
“Este es un evento que no está permitido”, declaró un supervisor con un megáfono. “Les estoy dando una orden legal para que se dispersen. Si no se dispersan, serán detenidos por el Departamento de Policía de Chicago”.
También se pudo ver a la policía esparciendo gas pimienta. Todo ocurrió cerca del Ogilvie Transportation Center, donde los manifestantes se reunieron para protestar contra el consulado israelí. Los agentes también permitieron al grupo marchar hacia el sur, en dirección a Union Station.
Un video mostró a los oficiales tratando de mantener a los fotógrafos y observadores legales a raya mientras los oficiales realizaban un arresto.
Un fotógrafo del Chicago Sun-Times fue testigo de cómo la policía detenía a más de dos docenas de personas a lo largo de la noche. Una fuente policial dijo que ocho personas habían sido detenidas hasta las 9:08 p.m. Estaban siendo transportadas a la estación general de la policía del Área 3, en las avenidas Belmont y Western, donde se está utilizando una sala de audiencias que no están en uso para agilizar los casos de detenciones masivas.
El Gremio Nacional de Abogados insistió en que el número de detenidos era mucho mayor. “La gente estaba rodeada, acorralada, y era casi imposible que se marchara”, declaró Brad Thomson, abogado voluntario del grupo, al Chicago Sun-Times. “Se trataba de gente que intentaba marchar o de prensa que intentaba cubrir la noticia”.
La caótica escena se desarrolló a raíz de una protesta de un grupo conocido como Behind Enemy Lines, cuyo objetivo era manifestarse contra la guerra en Gaza. El grupo no está afiliado a los organizadores de la protesta mucho mayor, y en su mayoría pacífica, que salió a la calle el lunes cerca del United Center.
Al principio, parecía que la manifestación del martes no iba a tener mucho éxito. Los miembros de los medios de comunicación superaban con creces en número a los manifestantes. Los contra manifestantes portaban pancartas con mensajes supremacistas blancos. El acto también atrajo a activistas de extrema derecha, como Mike Lindell, director general de My Pillow.
Después, las cosas se precipitaron, poniendo fin a lo que habían sido unas protestas llenas de vida y pasión, pero pacíficas, desde el domingo por la noche.
El jefe de policía Larry Snelling volvió a salir a la calle en medio del caos. El jefe de policía de la ciudad ha estado presente en la mayoría de los actos de protesta más destacados desde el domingo por la noche. Anteriormente, había prometido que los oficiales estarían a la altura del desafío del martes por la noche.
Los organizadores de la marcha nocturna no obtuvieron ningún permiso.
“Nunca se sabe qué esperar de un grupo así”, dijo. “Pero lo que puedo decirles es lo que espero de nuestra parte, lo que espero de nuestros oficiales de policía de Chicago que van a responder a eso. E independientemente de lo que digan, desde el punto de vista de la Policía de Chicago, vamos a confiar en nuestra formación, vamos a mantenernos enfocados, centrados en la protección de la Primera Enmienda”.
Hasta el martes por la tarde, la policía sólo había contabilizado 15 detenciones derivadas de las manifestaciones desde el domingo por la noche.
Mientras tanto, la agencia de supervisión policial de la ciudad (COPA, por sus siglas en inglés) sólo había informado de tres quejas contra oficiales, que en el pasado se enfrentó a una avalancha de acusaciones de mala conducta durante la respuesta a las protestas y disturbios del verano de 2020.
Snelling ha estado en primera línea, guiando a jóvenes policías mientras daba forma a la narrativa en torno a lo que podría ser un tramo fundamental de su larga carrera policial.
“No vamos a tolerar el vandalismo y la violencia en nuestra ciudad”, declaró Snelling el martes. “Y estamos preparados, dispuestos y capacitados para responder a esas cosas. Así que vamos a seguir protegiendo la ciudad”.
Hasta el martes por la noche, el momento más tenso se produjo el lunes por la tarde cerca del United Center, donde el Presidente Joe Biden se preparaba para hablar y la Vicepresidenta Kamala Harris hizo más tarde una aparición sorpresa.
Snelling explicó que unos agitadores que se separaron de una protesta contra la guerra en Gaza rompieron la cerca del perímetro exterior de seguridad. Durante un breve enfrentamiento, los manifestantes lanzaron botellas y atacaron a los policías con gas pimienta, según Snelling.
Dos oficiales resultaron heridos en la contienda, según la Orden Fraternal de Policía de Chicago. Snelling informó de 13 detenciones a lo largo del lunes, que se suman a las dos detenciones relacionadas con las protestas que se produjeron un día antes.
La policía ha proporcionado detalles sobre 13 detenciones, la mayoría de las cuales se saldaron con cargos o citaciones por delitos menores. El martes por la tarde estaban pendientes los cargos contra otras dos personas.
La detención más grave se produjo durante el enfrentamiento del lunes cerca del United Center, cuando un policía encubierto vio a un hombre de 31 años lanzar una botella de agua a otro oficial. La botella no dio en el blanco, pero el oficial fue alcanzado por un “líquido desconocido”, según el reporte de la detención.
Acusado de un delito grave de agresión con agravantes a un agente de la autoridad, se ordenó al hombre que se mantuviera alejado del centro de convenciones y fue puesto en libertad.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago