Corre el reloj del plan de 5 años para aumentar los sueldos de los trabajadores con propinas de Chicago
Desde este lunes, los restaurantes de Chicago deberán empezar a pagar más a los trabajadores que reciban propinas, según una nueva ordenanza municipal que ha dividido fuertemente al sector de los restaurantes y a los partidarios de la ley.
El salario mínimo por propina pasa de $9.48 por hora a $11.02. El salario mínimo general de Chicago también aumenta, de $15.80 por hora a $16.20, para los empleadores que tengan de cuatro a más trabajadores.
En octubre, el Concejo Municipal de Chicago aprobó una ordenanza para aumentar el salario mínimo por propina en un 8% cada año durante cinco años hasta que alcance la igualdad con el salario mínimo estándar de la ciudad.
Los defensores y simpatizantes han estado exigiendo mejores sueldos y condiciones para los trabajadores. Pero las asociaciones de restaurantes afirman que la ley federal ya garantiza un salario mínimo base y que leyes como la ordenanza de Chicago reducirán los ingresos de los trabajadores con propinas.
Mientras los restaurantes de Chicago y de todo Estados Unidos siguen enfrentándose a situaciones desfavorables tras la pandemia del COVID-19, el impacto de la ordenanza de la Municipalidad será observado de cerca.
Durante años, siete estados pagaron a los trabajadores de los restaurantes el salario mínimo básico más las propinas: California, Oregón, Washington, Nevada, Minnesota, Montana y Alaska. Este año, se propuso legislación para aumentar el salario mínimo por propina en 17 estados, incluyendo Illinois, pero no se aprobó ninguna, según la Asociación Nacional de Restaurantes.
El grupo de defensa One Fair Wage encabezó la campaña en Chicago y calificó el “salario mínimo” de “herencia directa de la esclavitud”. One Fair Wage también estuvo muy implicado en otras presiones para aumentar el salario mínimo por propina en Arizona, Massachusetts, Michigan y otros estados.
El grupo lideró una ley similar en Washington, D.C., que entró en vigor en mayo de 2023. El impacto allí es una pista del efecto potencial de la ordenanza de Chicago.
“Esperamos que en Chicago no pase lo que ocurrió en D.C.”, dijo Sean Kennedy, el vicepresidente ejecutivo de asuntos públicos de la Asociación Nacional de Restaurantes.
En mayo de 2023, el salario mínimo por propina en Washington pasó de $5.35 la hora a $10 el 1 de julio de 2023.
Tras la entrada en vigor de la ley, el número de empleados en restaurantes de servicio completo se redujo en 1,900 en aproximadamente un año: de 30,500 en mayo de 2023 a 28,600 en abril de 2024, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés). Aunque la cifra de abril es similar al número de empleados registrado antes de la pandemia, la industria había estado recuperándose, alcanzando un máximo de cuatro años de 30,800 en junio de 2023.
No está claro por qué disminuyeron los puestos de trabajo en restaurantes, pero la Asociación Nacional de Restaurantes atribuye la disminución a la nueva política. Los restauranteros —y los clientes— también pueden ir a los estados cercanos de Virginia o Maryland, donde no se aplica la normativa, dijo Kennedy.
Reducir las desigualdades de las propinas
En abril y mayo, el número de empleos en restaurantes de servicio completo en el área metropolitana de Chicago disminuyó ligeramente, según el BLS. Sin embargo, el empleo en los restaurantes de servicio limitado aumentó.
“Esto puede indicar que los restaurantes de servicio completo afectados por la subida salarial del lunes ya están haciendo cambios y preparándose para futuros aumentos salariales”, según el Instituto de Políticas de Empleo, un grupo de investigación con sede en Washington, D.C.
Pero un portavoz de la oficina del alcalde Brandon Johnson afirmó en un comunicado enviado por correo electrónico que “eliminar el salario ‘submínimo’ interprofesional es bueno para los negocios. En los estados y jurisdicciones donde se ha eliminado el salario ‘submínimo’, los restaurantes de servicio completo experimentaron un mayor crecimiento tanto en número de establecimientos como en número de puestos de trabajo en comparación con los estados con un salario ‘submínimo’”.
Los partidarios afirman que la ordenanza mejorará la vida de los trabajadores.
Según un estudio de One Fair Wage, un salario mínimo más bajo por propina obliga a los empleados que son predominantemente mujeres y minorías “a depender de las propinas de los clientes para la mayor parte de sus ingresos, lo que les hace más vulnerables que otros trabajadores a las desigualdades de raza y género en las propinas”.
Cheryl Taylor, quien es mesera en The Quarry, en South Shore, lleva 15 años en el negocio de los restaurantes y se muestra optimista sobre su medio de vida.
“La hospitalidad me ha ayudado a cuidar de mi familia. Me ha salvado la vida”, afirma.
Pero los salarios de mesera son impredecibles para esta madre de seis hijos que vive en Woodlawn, por lo que da la bienvenida a la ordenanza. “Los meseros estamos a merced de los clientes. No se puede asumir que dejarán una propina del 20%”, dijo.
Taylor no cree que los clientes vayan a dejar menos propina a partir del 1 de julio porque la mayoría no son conscientes del aumento del salario mínimo por propina.
“La administración de Johnson ha trabajado en colaboración con la industria restaurantera, los propietarios de negocios pequeños y los trabajadores de los servicios para garantizar que todas las partes tuvieran un lugar en la mesa para llegar a una solución que garantizara que todos los trabajadores cobraran al menos el salario mínimo sin perjudicar a nuestra comunidad de negocios pequeños”, declaró la oficina del alcalde.
En junio, el Departamento de Asuntos Comerciales y Protección del Consumidor de la Municipalidad realizó dos seminarios web para empresarios y trabajadores, y publicó avisos públicos sobre la ordenanza antes del lunes.
Costos más altos para los restaurantes
La Asociación de Restaurantes de Illinois y algunos propietarios de restaurantes y meseros de Chicago dicen que la nueva regulación los perjudica y que los restaurantes no se han recuperado completamente de la pandemia de COVID-19.
Sostienen que los restaurantes tendrán que aumentar los precios del menú a medida que aumenten sus costos laborales, especialmente en medio de las luchas actuales contra la inflación. Posteriormente, los clientes darán menos propina si los precios de los alimentos suben y si se aumenta el sueldo base de los meseros, dijeron. Los propietarios de restaurantes también podrían reducir el personal de servicio o pasar al servicio de mostrador para reducir costos.
“Los restaurantes no soportarán otro golpe como este”, dijo el alcalde de Niles, George Alpogianis, propietario de ocho restaurantes, entre ellos Reunion en Navy Pier y Kappy's en Morton Grove.
Los meseros de algunos de sus restaurantes ganan entre $45 y $50 la hora con propinas en turnos ocupados, y los comparó con empleados a comisión incentivados por las propinas. Si sus ganancias con propinas disminuyen, los meseros dejarán sus trabajos en restaurantes, dijo Alpogianis.
Una encuesta independiente realizada en 315 restaurantes de Chicago encargada por la Asociación de Restaurantes de Illinois encontró que los trabajadores ganan un salario promedio por hora de $28.48 la hora.
A nivel nacional, los meseros que reciben propinas ganan un promedio de $27 la hora, según la Asociación Nacional de Restaurantes. Los trabajadores mejor pagados que reciben propinas ganan más de $41 la hora, dijo el grupo industrial.
A veces los meseros pueden ser los empleados mejor pagados de un restaurante y ganar más que el gerente, dijo Kennedy, de la Asociación Nacional de Restaurantes.
ley federal garantiza el salario mínimo a los trabajadores que reciben propinas
Según la ley federal, los propietarios de restaurantes deben pagar a los trabajadores que reciben propinas el salario mínimo local por hora si sus propinas más el sueldo base no alcanzan ese umbral mínimo. En otras palabras, si los meseros ganan menos que el salario mínimo general por hora, los restauranteros deben pagarles la diferencia.
La Ley federal de Normas Laborales Justas creó este sistema de “crédito de propinas” y penaliza a los empleadores que violan la ley. Pero no todos los restaurantes cumplen, lo que podría ser más frecuente en el caso de los restaurantes más pequeños y menos establecidos que pasan desapercibidos.
En lugar de exigir a los restaurantes de Chicago que aumenten el salario mínimo con propinas, Sam Toia, presidente de la Asociación de Restaurantes de Illinois, instó a imponer fuertes multas y tomar medidas enérgicas contra los empleadores que no paguen el salario mínimo legalmente garantizado.
Chicago debería “agregar más inspectores y perseguir a los malos actores”, dijo.
Toia dijo que los restaurantes que operan con márgenes más reducidos después de la pandemia sufrirán financieramente si sus costos laborales aumentan cada año.
“Veremos más restaurantes cerrar sus puertas. Realmente va a afectar a los pequeños restaurantes de mamá y papá” dijo Toia. Si no se modifica la ordenanza de Chicago, “veremos aumentos en los precios del menú y despidos”.
La dueña de un restaurante en La Villita dijo que sus meseros de toda la vida están “aterrorizados” de que la nueva ley perjudique sus ganancias. Pidió no ser identificada debido a casos de ciberacoso por parte de activistas que apoyan la ordenanza.
La dueña del restaurante dijo que la ordenanza “desafortunadamente cambiará el panorama de la industria de los restaurantes para siempre. Más ubicaciones acudirán al servicio de mostrador. Habrá que subir los precios, por lo que vendrán menos clientes. Ya estamos en márgenes muy estrechos”.
“La mayoría de la gente no se da cuenta de lo difícil que es administrar un restaurante”, comentó Kennedy. “En Main Street, tienen el margen de beneficio más bajo de todos los negocios. La forma en que pueden ganarse la vida es el modelo de crédito de propinas”.
Aún así, One Fair Wage y sus partidarios presionaron por una ley de Illinois similar a la ordenanza de Chicago, pero el proyecto de ley no avanzó el mes pasado en la Legislatura.
Alpogianis dijo que él y otros en la industria de restaurantes se opusieron al proyecto de ley de Illinois. También expresó cautela sobre la ordenanza de la ciudad.
“Espero que la Ciudad de Chicago analice mejor esto”, dijo Alpogianis. “Vamos a frenarlo y ver qué pasa. Entonces hablemos”.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago